Un mal pase no siempre es culpa del emisor, en ocasiones, la culpa es del receptor, que no ha entendido el pase. En ocasiones, es culpa de los compañeros, que no se desmarcan adecuadamente, o que, simplemente, no se desmarcan. Yo he comentado muchas veces que una de las claves del éxito blaugrana, una de las señas de identidad del guardiolismo era la voluntad de desmarque. Sí, la voluntad de desmarque. Elevo a la categoría de voluntad (con el permiso de Schopenhauer), ese deseo de los jugadores blaugranas de desmarcarse para recibir el balón. Comenté aquí mismo que esta voluntad de desmarque es un círculo virtuoso: pues yo me desmarco sabiendo que mis compañeros también estarán desmarcados, por lo que tendré líneas de pases suficientes para descargar el balón. También comenté el caso contrario: no desmarcarse ocasiona un círculo vicioso: no me desmarco porque sé que mis compañeros no se desmarcarán, y lo más seguro es que yo pierda el balón.
Como digo, esta voluntad de desmarque ha sido una de las señas de identidad del juego blaugrana en la época de Guardiola. Gracias a la cantidad y calidad de los desmarques fue que el Fútbol Club Barcelona logró trenzar jugadas extraordinarias que maravillaron al mundo. (Gracias también a la técnica de los jugadores, sobra decirlo). Sin embargo, esta voluntad de desmarque que ha permitido al Barcelona triunfar, pues dicho desmarque propicia el juego posicional tan aglutinado; está desapareciendo. No sólo por la cantidad de desmarques, que también, sino sobre todo por la calidad de los desmarques. Pero antes, debo aclarar qué es, para mí, un desmarque de calidad: es aquel que origina una línea de pase diagonal al poseedor del balón. Para que el desmarque sea más efectivo, para que logré batir líneas y eliminar rivales, el desmarque no debe ser muy corto, pero tampoco debe ser largo, para evitar la pérdida del balón. De una fecha para acá, los desmarques del Barcelona han empeorado, se han ensuciado, han disminuido en calidad y en cantidad.
Como podemos ver en esta foto, los equipos rivales están juntando más la línea de centrocampistas con la línea defensiva, lo que ocasiona que los espacios estén más reducidos, si cabe. Una opción, desde luego, es atacar por las bandas, crear peligro en las bandas para estirar la lona, para obligar a los centrales y los pivotes a bascular hacia esa zona, a fin de apoyar la labor de los laterales. Sin embargo, para hacer esto, como hacía el Ajax de Van Gaal (que se coronó en la Champions 94-95), necesitas dos extremos muy punzantes, muy desequilibrantes que nosotros no tenemos (ese Ájax tenía como wingers a Overmars y a Finidi George, nada menos). La otra opción, por supuesto, es juntarse más, aglutinarse, perfeccionar ese sistema posicional que le permitió al Barcelona llegar al balcón del área, subiendo por una escalera de pases. Estas escaleras de pases (que no almacenes, como decía Lillo), se lograban gracias a que para batir líneas siempre había un escalón a media altura (digamos que ese escalón entre Busquets y Messi era Xavi), y así, los jugadores blaugranas iban construyendo escaleras de pases, gracias a los pases diagonales no muy cortos, no muy largos, hasta la portería rival.
Yo escribí aquí mismo que para evolucionar, para dar un paso hacia adelante, había que construir rombos que permitieran, precisamente, ese escalonamiento hacia arriba, hacia la portería rival. Me pareció acertado utilizar el cuadrado mágico, precisamente, para crear estos rombos, el problema es que estos rombos están muy largos, parece ser que el equipo blaugrana está harto de jugar en espacios reducidos, parece que últimamente sufre de claustrofobia, y prefiere jugar en espacios largos. Tanto es así, que he leído en varios artículos de varios y muy variopintos periodistas (Perarnau, por supuesto), que el Barcelona está jugando como los merengues. Yo no estoy muy de acuerdo, sí es verdad que el Madrid es el mejor equipo en espacios largos y amplios, que su transición ofensiva es brutal, la mejor de los últimos tiempos. Quizás tenga un poco de razón Perarnau al decir que el equipo blaugrana se está 'amerengando', pero no creo que ocurre tal y como él lo dice. Es verdad que cuando dos enemigos se enfrentan muchas veces, dos enemigos irreconciliables, con posturas en los dos extremos, terminan pareciéndose un poco. Pero no es que Sancho Panza se esté quijotizando, no, ni tampoco sucede al revés. Sí es cierto que el equipo blaugrana ansía y anhela jugar con más espacios, sí es cierto que las jugadas de los merengues están siendo más elaboradas, mejor trenzadas (ver el primer gol del Madrid, jugada bien trenzada con bastante rotación de jugadores- Marcelo toca el balón con un taconazo en la posición del punta de lanza, para apoyarse en Khedira, finalmente los dos acaban como falsos nueve), sí es cierto que tanto Özil como Benzemá (más el alemán), le están dando una pausa al balón, están manejando mejor los tiempos y el ritmo del partido, que Özil está aglutinando mucho balón para que la posesión blaugrana no sea tan escandalosa, no obstante, me parece que es más una coyuntura circunstancial, que un intento de parecerse al otro.
Vemos en esta foto, cuestiones muy interesantes: Xavi es el poseedor del balón, en el momento de la foto (minuto 15 del partido contra el Madrid) lanza un pase a Mascherano. En esta foto se puede observar que hay varios rombos: Xavi-Busquets-Alves-Messi, forman un rombo. Xavi-Messi-Alves-Pedro, forman otro rombo. Y finalmente: Busquets-Messi-Fábregas-Iniesta, forman otro rombo. Sin embargo, como observamos, las distancias entre los jugadores es bastante amplia, es más larga de lo que debería ser, los rombos deberían ser más chicos, más compactos. Xavi prefiere tocar a Mascherano para no arriesgar el balón, porque todas las líneas de pases estaban obstruidas por los jugadores del Madrid (como ven, el sistema posicional defensivo del Madrid tiene algunas variantes, que ya hablaremos de ellas). Cuando Mascherano recibe el balón, también forma un rombo con Busquets, Fábregas y Alba, sin embargo, este rombo también está muy abierto, muy espaciado, lo que facilita la labor defensiva del Madrid para obstruir las líneas de pases. Tienes que tirar un pase más largo, lo que permite al rival interceptarlo. Contra el Madrid, el acierto de pases del Barcelona estuvo oscilando en el 80% (muy alto para cualquier equipo, pero muy bajo para el Fútbol Club Barcelona). Y me da la impresión de que este fallo estructural es producto de un deseo muy vehemente del equipo blaugrana de jugar en espacios abiertos, huyendo de los espacios reducidos en los que antes les encantaba jugar. Como si de repente los jugadores blaugranas tuvieran claustrofobia.
Vemos, pues, que el juego posicional blaugrana falla en la distancia, no en cuanto a su ubicación. Los rombos se están formando, a pesar de que Tito ya no está utilizando el cuadrado mágico rotante, a pesar de que el doble pivote ya es nominal (lo fue desde el partido contra el Sevilla), sin embargo, vemos que el objeto de ese cuadrado mágico rotante, el crear los rombos posicionales, sigue funcionando... a medias. Como he dicho, las perdidas de balón, ocasionadas por este posicionamiento romboidal tan alargado, han aumentado considerablemente, sobre todo, las perdidas de balón de baja calidad. (Lo que en tenis se conocen como errores no forzados.) Y como todos hemos visto, esta sangría de pérdidas de balón han ocasionado muchos problemas, debido a la pobre transición defensiva del equipo blaugrana.
Para evitar la sangría de pérdidas de balón, contra el Madrid, Tito reforzó la zona de campo, dio entrada a Iniesta, que jugó como un falso extremo, o más bien, como un volante-extremo, mientras que Cesc jugó más retrasado, como interior izquierdo. Como digo, lo que intentaba Tito era acumular centrocampistas para conservar la posesión del balón, para alargar las posesiones, y evitar esas perdidas de balón. Sin embargo, este aumento de los centrocampistas no logró su objetivo, en principio, porque Cesc no es el mejor jugador para conservar la posesión, Fábregas es un jugador más vertical, con más vértigo, al que no le gusta aglutinar mucho balón para alargar las posesiones. Además, porque Mourinho realizó un movimiento muy interesante: Arbeloa jugó como interior defensivo, mientras que Mou desplazó a Di María como lateral derecho. El movimiento de Mou no sólo trataba de sumar un centrocampista, uno más disciplinado tácticamente (lo cual no es mucho decir, porque Di María es mucho vértigo, muchas veces corre como un pollo sin cabeza), sino que también, Arbeloa tiene una lectura de juego muy buena. Con Arbeloa sumado a la línea del centrocampo, con un Özil mucho más defensivo, rotando mucho con Khedira, el Madrid logró interrumpir el juego posicional del Barcelona. Arbeloa cortó el circuito entre Xavi-Busquets y Cesc-Iniesta. La verdad sea dicha: el adelantamiento de Arbeloa como interior defensivo fue una movida maestra de Mou. Las cosas como son.
Además, como se puede observar en la fotografía segunda, Mou organizó a su equipo con una línea de cuatro en el centro del campo (casi siempre presionaba con una línea de tres el centro delantero, lo que se le conoce como el triángulo de presión alta), con uno de los pivotes, casi siempre Khedira, flotando por detrás de esa línea, sobre todo para evitar la superioridad numérica en el centro del campo blaugrana (cubriendo a Cesc y a Iniesta), y con una defensa de tres que permitía a Sergio Ramos jugar como un stopper muy adelantado, casi como un segundo pivote. Su intención, como se ve en esa foto, era muy clara: no permitir a Messi recibir con comodidad entrelíneas para encarar la portería de Casillas. Para realizar este adelantamiento de Sergio Ramos, como digo, Mou estableció una defensa de tres. Pudo hacerlo por varias causas: porque el Barcelona no jugó con un extremo izquierdo natural, pegado a la cal. Porque Cesc estaba más retrasado, quizás si hubiera jugado como mediapunta, o como falso nueve, Mou nunca se hubiera atrevido con la defensa de tres. Y porque apostó a una carta más o menos peligrosa: marcaje personal de Marcelo a Pedro. El posicionamiento táctico de Mouriño permitió varias cosas: que Khedira se descolgará hasta el área rival, y que Xabi Alonso estuviera libre para lanzar sus pases largos. En el primer gol del Madrid, Alonso tiró un largo cambio de orientación a Özil, quien retuvo el balón el tiempo suficiente para permitir la llegada desde segunda línea de Marcelo y Khedira. En los primeros veinte minutos de juego, el Madrid dominaba al Barcelona, no territorialmente, porque las posesiones blaugranas seguían siendo largas, pero poco productivas. En cambio, los merengues tuvieron hasta cuatro ocasiones claras de gol, con un fútbol más elaborado.
Yo siempre he dicho que la mano de un técnico se puede medir, se puede apreciar, sobre todo, en los primeros minutos del segundo tiempo. En estos minutos podemos apreciar si el técnico sabe leer los partidos, si ha observado bien cuáles son los fallos tácticos de su equipo, y si tiene el talento para corregirlos. Yo me convencí de que Pep Guardiola era un técnico grandioso, quizás el mejor que he visto, después de ver los primeros quince minutos del segundo tiempo de la primera final contra el Manchester, en París. Vamos, es que se comió con patatas a Ferguson. Tito es un buen técnico, yo he visto la mano de Tito en varios partidos: contra la Real Sociedad, en los primeros 15 minutos del segundo tiempo, vi un buen partido (la primer parte, a pesar de los 4 goles, fue un desastre posicional). Contra el Madrid, el Barcelona mejoró mucho en el segundo tiempo: porque Tito comprendió lo que estaba ocurriendo: permutó las posiciones de Iniesta y Fábregas. El manchego ocupó, como es habitual en él, el interior izquierdo, un interior de posesión que el manchego sabe ejecutar perfectamente, aglutinando mucho balón. Y colocó a Cesc como falso extremo, pero realmente, yo creo que Tito quería cambiar a Cesc en el segundo tiempo, pero no quiso señalarlo como culpable. El cambio que tenía en mente lo realizó más tarde: Alexis por Cesc. ¿Qué buscaba Tito con este cambio? Que el chileno taponara a Arbeloa, quien estaba ocasionando cortocircuitos en la sala de máquinas blaugrana. Con Iniesta más cerca de Busquets se logró el objetivo de alargar las posesiones, de aglomerar más compañeros en torno del balón, se generó más y mejor fútbol, el ataque posicional del Barcelona mejoró mucho en la segunda parte con los cambios tácticos de Tito.
Yo siempre opino que podemos ver nuestros defectos a través de los ojos de nuestros rivales. Nadie mejor que nuestros rivales para conocer cuáles son nuestros defectos. Durante la temporada 2010-2011, muchos blaugranas consideraron que el MVP era la fórmula mágica para desarbolar a cualquier rival (yo era escéptico), que el MVP era el tridente más peligroso del mundo, y no sólo en la actualidad, muchos decían que era el tridente más peligroso en la historia del balompié. El problema fue que llegó un tal Mourinho y desmontó al MVP. El Madrid, en la final de Copa de Mestalla, anuló el juego posicional del Barcelona con dos jugadas maestras: presión alta y muy asfixiante, para no permitir una salida limpia del balón. Y un sistema antimessi, que consistió en un mediocentro más agresivo y rápido (Pepe), y una defensa flotante sobre el argentino. Con Messi fuera de la ecuación, el MVP dejó de funcionar. Mou desdeñó a Villa y a Pedro, quienes dejaron de estirar la lona, porque Mou comprendió que los dos extremos eran falsos, que la mayor virtud de ambos extremos era el juego interior. Cerrando los pasillos internos, los dos atacantes quedaron totalmente anulados. Ayer, Mou volvió a desdeñar a los extremos blaugranas: por derecha, el lateral era Di María, un jugador que no está muy capacitado para defender, por la izquierda, defendió Marcelo (quien defiende sólo un poco mejor que un buzón de correos), Marcelo defiende mal tanto en carrera como en estático, defiende mal con los dos perfiles, defiende mal por dentro y por fuera, casi nunca cierra ni sabe cubrir a segundo palo, no sabe bascular ni achicar la cancha, no obstante, ayer, sin ningún apoyo, nunca, sin la ayuda por parte del central zurdo (Sergio Ramos), ni del pivote por izquierda (casi siempre Alonso), se las apañó bastante bien para cubrir su banda. Los dos laterales, que no defienden casi nada, se defendieron bastante bien sin apoyos, sin ayudas de los centrales. Esto permitió que tanto Sergio Ramos, como Pepe (más el andaluz), pudieran jugar más adelantados, como stoppers, para presionar a Messi.
Hay que ver nuestros defectos a través de los ojos del rival: nadie mejor que Mou para señalarlos nuestros defectos. Necesitamos extremos que profundicen más, necesitamos extremos que desequilibren. La idea de Tito de jugar con dos extremos bien abiertos (tipo Ajax 95), es buena, permite abrir el juego interior, evita que el juego blaugrana se concentre hacia el centro, como un embudo, que es mucho más fácil de defender. Es una buena idea, pero necesitas a los jugadores adecuados para que esa idea fructifique. No tenemos extremos verdaderos, los wingers que llaman los ingleses, extremos puros a los que les guste jugar pegados a la cal, que realicen conducciones fuera-fuera (o fuera-fuera-dentro, que es lo que más me gusta), nuestros extremos tiran diagonales fuera-dentro, facilitando la labor de los defensas que se cierran para no permitir pasillos interiores a nadie. Se forma, como he dicho, un embudo. La idea de abrir la cancha es buena, pero necesitamos extremos más profundos, y no los tenemos en la plantilla. El más profundo es Tello, pero el canterano tiene un problema: no sabe engañar. Y el fútbol es engaño. En el filial está Gerard Deulofeu, que solucionaría muchos problemas, pero parece que su actitud y mentalidad no son las mejores. Tenemos, pues, que buscar esos extremos puros en el mercado: Iker Muniain y Neymar serían dos opciones muy interesantes. Los dos chavales tienen un desequilibrio impresionante, a los dos les gusta jugar como wingers, y lo hacen muy bien. Ambos se desenvuelven extraordinariamente bien en espacios reducidos: miel sobre hojuelas.
Escribe Perarnau que el Madrid se está azulgranando, es decir, que se está pareciendo al Barcelona. Me parece una falsedad supina. Los merengues no saben hacer triángulos, nunca los han hecho, y probablemente yo me moriré sin ver triángulos merengues. (Luxemburgo fracasó en el Madrid porque, como dice Nietzsche, para correr, primero necesitas aprender a caminar.) El Barcelona está evolucionando hacia los rombos, por tanto, cualquier semejanza con un equipo que ni siquiera genera sistemáticamente líneas de pases diagonales, es una barbaridad. Sin embargo, yo escribí sobre la quijotización de Sancho Panza, pero no me refería al Madrid y al Barcelona, sino a Busquets y a Xavi.
Sí, porque, de acuerdo con lo que he visto en últimas fechas, sobre todo el partido contra el Benfica, he visto que Busquets está aglutinado más balón. Busquets era el jugador perfecto para Cruijff, porque siempre jugaba al primer toque, pocas veces al segundo toque, y casi nunca conducía el balón. Casi nunca lo retenía, lo aguantaba, a pesar de que tiene una calidad inmensa. No obstante, desde hace unos partidos para acá, veo que Sergio está aglutinando más balón, que lo está conduciendo más, que lo está aguantando más. Huelga decir que no seré yo quien me oponga a que Sergio tenga más protagonismo, porque Sergio es muy bueno técnicamente, tiene mucha velocidad de pensamiento y de ejecución, además es muy bueno para engañar, con estas virtudes, puede lograr uno de los trucos de Xavi: la pelopina. Todos recordamos esa famosa pelopina de Xavi en el segundo gol de Messi, el quinto de aquel famoso, célebre 2 a 6 en el Bernabéu. Xavi arrastraba a los rivales hacia un lado (en esa ocasión eran Gago y Cannavaro), para después eliminarnos fácilmente con su giro de 360 grados. Una pasada. Pues bien, yo ya he comentado en mi primer post, que Sergio también es muy bueno realizando un giro para eliminar rivales: lo podemos bautizar como la busquetina. En el partido de ayer, Sergio realizó una segunda parte imperial, defensivamente: interrumpió varias contragolpes del Madrid, pero además, atrajo la marca de varios rivales, y con su clarividencia portentosa para ver el fútbol, eliminó a esos rivales con un pase, con un regate. Está creando superioridades numéricas, está aglutinando balón para proporcionar ventajas a los compañeros (cosa que en nuestro equipo sólo hacen Iniesta y Messi). Muy bien por Busquets, que está cogiendo más protagonismo. Y ayer, curiosamente, el que tocó poco balón, el que aglutinó poco balón fue Xavi Hernández, quien casi siempre tocó de primera. ¿Sancho Panza se está quijotizando, mientras que el Quijote se está pareciendo a Sancho Panza?
No quiero acabar sin mencionar el gran partido que realizó Martín Montoya. El canterano estuvo muy sobrio en defensa, a pesar de que le tocó bailar con la más fea. Logró algunas recuperaciones del balón gracias a una lectura inteligente de juego, achicando la cancha, realizando el pressing en el callejón del diez. Pero yo quiero señalar esta jugada que se ve en la foto: Martín intentó tirar el fuera de juego. No resultó, pero fue una jugada muy interesante, bastante inteligente. Y no resultó, porque Adriano se quedó colgado, cometió el error de correr hacia atrás (eso sí, el partido del brasileño fue mucho mejor de lo que yo me esperaba). A Cristiano Ronaldo no le vas a ganar en carrera, corriendo es una bestia, además de que arranca unas décimas de segundo antes, por lo que yo siempre he dicho que la mejor forma de frenarlo, es dejarlo correr. Tirando el fuera de juego, desde luego. A Cristiano no le vas a ganar con las piernas (porque en velocidad va sobrado), le tienes que ganar con las neuronas (que en inteligencia no va sobrado, ni mucho menos). Hay que detenerlo con inteligencia, dos pasos para delante pueden ser más útiles que cien hacia atrás. En el partido de la temporada pasada, en el Camp Nou, yo critiqué a Mascherano y a Puyol, porque no tiraron el fuera de juego, en aquella ocasión era más fácil: porque Özil tocó dos veces el balón, en esta jugada que vemos en la foto, Özil tocó de primera. No obstante, Montoya lee la jugada muy bien, y justo en el momento en que Ronaldo está picando como falso nueve, justo antes del pase, Montoya dio tres pasos hacia adelante, para dejar a Cristiano en fuera de juego. Bien por Montoya: se atrevió y jugó con inteligencia. (Hay que entrenar más este fuera de juego, para que los automatismos permitan una ejecución coordinada y efectiva.) Ahora que Alves no está ni se le espera, yo quiero ver a Montoya como titular en muchos partidos. El chaval atesora mucha calidad. Y ayer demostró que defensivamente no es malo y que puede marcar a uno de los delanteros más peligrosos del mundo. Ahí es nada.
Escribe Perarnau que el Madrid se está azulgranando, es decir, que se está pareciendo al Barcelona. Me parece una falsedad supina. Los merengues no saben hacer triángulos, nunca los han hecho, y probablemente yo me moriré sin ver triángulos merengues. (Luxemburgo fracasó en el Madrid porque, como dice Nietzsche, para correr, primero necesitas aprender a caminar.) El Barcelona está evolucionando hacia los rombos, por tanto, cualquier semejanza con un equipo que ni siquiera genera sistemáticamente líneas de pases diagonales, es una barbaridad. Sin embargo, yo escribí sobre la quijotización de Sancho Panza, pero no me refería al Madrid y al Barcelona, sino a Busquets y a Xavi.
Sí, porque, de acuerdo con lo que he visto en últimas fechas, sobre todo el partido contra el Benfica, he visto que Busquets está aglutinado más balón. Busquets era el jugador perfecto para Cruijff, porque siempre jugaba al primer toque, pocas veces al segundo toque, y casi nunca conducía el balón. Casi nunca lo retenía, lo aguantaba, a pesar de que tiene una calidad inmensa. No obstante, desde hace unos partidos para acá, veo que Sergio está aglutinando más balón, que lo está conduciendo más, que lo está aguantando más. Huelga decir que no seré yo quien me oponga a que Sergio tenga más protagonismo, porque Sergio es muy bueno técnicamente, tiene mucha velocidad de pensamiento y de ejecución, además es muy bueno para engañar, con estas virtudes, puede lograr uno de los trucos de Xavi: la pelopina. Todos recordamos esa famosa pelopina de Xavi en el segundo gol de Messi, el quinto de aquel famoso, célebre 2 a 6 en el Bernabéu. Xavi arrastraba a los rivales hacia un lado (en esa ocasión eran Gago y Cannavaro), para después eliminarnos fácilmente con su giro de 360 grados. Una pasada. Pues bien, yo ya he comentado en mi primer post, que Sergio también es muy bueno realizando un giro para eliminar rivales: lo podemos bautizar como la busquetina. En el partido de ayer, Sergio realizó una segunda parte imperial, defensivamente: interrumpió varias contragolpes del Madrid, pero además, atrajo la marca de varios rivales, y con su clarividencia portentosa para ver el fútbol, eliminó a esos rivales con un pase, con un regate. Está creando superioridades numéricas, está aglutinando balón para proporcionar ventajas a los compañeros (cosa que en nuestro equipo sólo hacen Iniesta y Messi). Muy bien por Busquets, que está cogiendo más protagonismo. Y ayer, curiosamente, el que tocó poco balón, el que aglutinó poco balón fue Xavi Hernández, quien casi siempre tocó de primera. ¿Sancho Panza se está quijotizando, mientras que el Quijote se está pareciendo a Sancho Panza?
No quiero acabar sin mencionar el gran partido que realizó Martín Montoya. El canterano estuvo muy sobrio en defensa, a pesar de que le tocó bailar con la más fea. Logró algunas recuperaciones del balón gracias a una lectura inteligente de juego, achicando la cancha, realizando el pressing en el callejón del diez. Pero yo quiero señalar esta jugada que se ve en la foto: Martín intentó tirar el fuera de juego. No resultó, pero fue una jugada muy interesante, bastante inteligente. Y no resultó, porque Adriano se quedó colgado, cometió el error de correr hacia atrás (eso sí, el partido del brasileño fue mucho mejor de lo que yo me esperaba). A Cristiano Ronaldo no le vas a ganar en carrera, corriendo es una bestia, además de que arranca unas décimas de segundo antes, por lo que yo siempre he dicho que la mejor forma de frenarlo, es dejarlo correr. Tirando el fuera de juego, desde luego. A Cristiano no le vas a ganar con las piernas (porque en velocidad va sobrado), le tienes que ganar con las neuronas (que en inteligencia no va sobrado, ni mucho menos). Hay que detenerlo con inteligencia, dos pasos para delante pueden ser más útiles que cien hacia atrás. En el partido de la temporada pasada, en el Camp Nou, yo critiqué a Mascherano y a Puyol, porque no tiraron el fuera de juego, en aquella ocasión era más fácil: porque Özil tocó dos veces el balón, en esta jugada que vemos en la foto, Özil tocó de primera. No obstante, Montoya lee la jugada muy bien, y justo en el momento en que Ronaldo está picando como falso nueve, justo antes del pase, Montoya dio tres pasos hacia adelante, para dejar a Cristiano en fuera de juego. Bien por Montoya: se atrevió y jugó con inteligencia. (Hay que entrenar más este fuera de juego, para que los automatismos permitan una ejecución coordinada y efectiva.) Ahora que Alves no está ni se le espera, yo quiero ver a Montoya como titular en muchos partidos. El chaval atesora mucha calidad. Y ayer demostró que defensivamente no es malo y que puede marcar a uno de los delanteros más peligrosos del mundo. Ahí es nada.
a mí me gusta mucho Muniain, le he visto muy buenos partidos, de Neymar tengo pocas referencias, aunque parece bueno el chaval, habría que verlo en europa... si tú tuvieras que elegir a uno de los dos, a cuál escogerías...
ResponderEliminarElegir entre los dos es muy difícil, porque los dos me gustan mucho. Sí, es verdad que Muniain parte con la ventaja, nada desdeñable, de que ya ha jugada en Europa, vamos, en España, conoce la Liga, conoce al equipo blaugrana (dice que su ídolo es Iniesta), por lo demás, son dos de las promesas del fútbol más interesantes. Muniain es mejor que Neymar en labores defensivas, la verdad es que el vasco es un jugador que presiona mucho, que asfixia a los defensas rivales (que se lo pregunten a Abidal), pero también es cierto que el brasileño tiene más gol, y el volumen ofensivo que produce Neymar realmente es impresionante, jugando como extremo, pero también como mediapunta, como enganche, como delantero centro, el brasileño es más versátil, más 'líquido', por tanto, puede acoplarse mejor al juego posicional del Barcelona.
ResponderEliminarA quién ficharía yo? A los dos, no en el mismo año, desde luego. Ficharía primero al brasileño por dos razones: porque su contrato vence antes (2014), mientras que el de Muniain vence en 2015. Pero sobre todo porque Iker todavía puede crecer mucho, pero mucho, porque tiene como técnico a Bielsa, porque juega en la liga más competitiva... Los dos, los dos son muy buenos...
Hola Antonio,
ResponderEliminarcon tu permiso comparto el texto en facebook.
Un saludo.
Hombre, claro, con mi permiso puedes compartir todos los textos que quieras... Y muchas gracias por compartirlos...
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