Existe un falso dilema inventado por los merengues según el cual su equipo es el más vertical del mundo, mientras que el Fútbol Club Barcelona es el equipo más aburrido del mundo porque sólo juega horizontalmente. Este dilema, en principio, es una falacia, porque el juego del Barcelona, el almacén de pases (Lillo dixit), ha logrado la friolera de 187 goles la pasada temporada. 13 goles más que el equipo más vertical del mundo. En realidad, como digo, es un falsa dilema, una falacia lógica, una dicotomía fraudulenta que, además, excluye la tercera opción, que, en realidad, es la que ejecuta el equipo blaugrana: el pase diagonal.
Sí, en ocasiones, los pases del equipo blaugrana son horizontales, pero esto ocurre porque los equipos contrarios ponen el autobús en la frontal del área, los murciélagos se cuelgan del larguero de una manera tan descarada, que hasta el mismísimo Maguregui sentiría vergüenza ajena. Y el Barcelona tiene que tocar más horizontal que de costumbre, para obligar la basculación del equipo contrario, mover a los rivales de un lado a otro como si fueran una hilera de patos de plástico en una bañera, hasta que ese vaivén líquido los desordene, los desajuste y dejen espacios libres para los pases filtrados de Xavi y cía. Encima, los merengues dicen que los árbitros deberían penalizar el juego 'horizontal' del Barcelona, como la regla de pasividad en el balonmano. Falso. Lo que los árbitros deberían penalizar son esas defensas de balonmano, prohibir a la segunda línea de mediocampistas acorazarse a la línea defensiva, prohibir la defensa tan atrasada como se hace en el baloncesto de la NBA.
Pero decía yo que el dilema de la supuesta horizontalidad del Barcelona, frente a la verticalidad del Madrid, es más falso que un billete de ocho dólares con la efigie de Rocky Balboa. No, el Barcelona no es horizontal, sino diagonal. Los pases del Barcelona son casi siempre diagonales. Y no es cuestión de gustos, sino de utilizar la inteligencia: el pase diagonal es mejor que los pases verticales y que los horizontales por estas razones: el pase diagonal es más seguro que el vertical, y avanzas más que con el horizontal. Con el pase diagonal puedes avanzar, conservando el balón. La verticalidad de los merengues sólo ocasiona un descontrol brutal, la pelota va de un lado a otro, sin criterio, como si fuera la pelotita de una máquina tragaperras de pinball. El juego vertical del Madrid, en la inmensa mayoría de los casos, es tan disparatado como el que harían 4 chimpancés en un futbolín. Pero bueno, a los merengues les gusta. Allá ellos.
Como vemos en este vídeo, el juego posicional del Barcelona consiste, precisamente, en generar líneas de pases diagonales para los compañeros. Para ello, siempre es necesario el tercer hombre, una de las señas de identidad del Barcelona. Pero, ¿qué es el tercer hombre? ¿Es un mito, una leyenda urbana? ¿El tercer hombre son los padres? Pues no, el tercer hombre es un jugador que propicia una segunda línea de pase diagonal. Pongamos un ejemplo sencillo: Xavi conduce el balón, otro jugador, digamos Iniesta, se desmarca y crea una línea de pase diagonal a la derecha de Xavi, pero otro hombre, el tercer hombre, digamos Messi, también se desmarca, creando una línea de pase nueva, también diagonal, a la izquierda de Xavi. En este caso, Messi es el tercer hombre, es el tercer vértice del triángulo.
Una de las claves del éxito de la era Guardiola fue, precisamente, la creación de estos triángulos que te generan dos líneas de pases diagonales. (La otra fue, por cierto, la verticalidad vertiginosa de Messi, que rompía y hacía añicos el almacén de pases, y que funcionó, en parte, porque era muy sorprendente.) Ese es el famoso tercer hombre: el que crea el triángulo. El problema es que ya no estaba funcionando como antes. Justo por ello, hay que cambiar el viejo mapa por uno nuevo.
En mi post anterior, escribí sobre las variaciones tácticas que está implementando Tito en el esquema blaugrana, comenté que está rescatando el cuadrado mágico de Herbert Chapman, pero con una variante: la rotación. Yo acuñé el término: cuadrado mágico rotante. He aquí una foto tomada del partido contra el Granada en la que se muestra el famoso cuadrado mágico: dos pivotes, Xavi y Busquets, y dos interiores adelantados que son Fábregas y Messi. Y también comenté que cuando Xavi tenía el balón, Fábregas estaba muy alejado. Pues bien, en esta foto se muestra lo que yo comenté: el rombo girado que crean Xavi, Alves, Fábregas y Pedro, está muy alejado. Las líneas de pases son diagonales, sí, pero son muy largas, lo que ocasiona que el rival pueda interceptar los pases.
Desgraciadamente, el vídeo que enlacé en mi anterior post fue cancelado, es una lástima, porque en ese vídeo vi una cosa muy interesante: un rombo girado en el que había muy poca distancia entre los jugadores. Comenté en mi artículo anterior que a mí me gusta el cuadrado mágico, porque, precisamente, te permite crear esos rombos girados, en los que, en principio, tienes esas dos líneas de pases diagonales de los triángulos del guardiolismo, pero además, se genera otra línea de pase, una, que tal vez los rivales no estén preparados para defender, una que puede sorprender a los entrenadores rivales que ya han analizado hasta la saciedad los triángulos de Guardiola, esa línea de pase inesperada es... la vertical.
Sí, en efecto, el rombo girado te ofrece una línea de pase vertical hacia el CUARTO hombre, el que se desmarca para crear el rombo, ese cuarto hombre, el cuarto vértice del rombo girado que vi en ese vídeo, era Messi. Y lo curioso del rombo es que si Pedro hubiera tocado de primera a Alves, el brasileño tenía una línea de pase abierta: la vertical hacia el cuarto hombre, hacia Messi, y el argentino sólo tenía detrás un marcador, y el portero. ¿Verdad que era interesante? Pero como digo, Pedro no controló bien el balón, lo perdió, y después, incurrió en otro error: se aceleró y cometió una falta sobre el rival que poseía el balón, y que estaba en medio de un rombo blaugrana. Si Pedro simplemente hubiera presionado al rival, seguro hubiera recuperado el balón.
Para mí, el fútbol es muy sencillo: para atacar, tienes que crear líneas de pases; para defender, tienes que cerrar las líneas de pases del rival. Con el rombo, creas dos líneas de pases diagonales para todos los vértices, para los cuatro jugadores (y una vertical que puede sorprender a los rivales), pero además, si pierdes el balón, el poseedor contrario del mismo, casi siempre quedará encerrado dentro del rombo blaugrana: los cuatros jugadores presionarán al rival que posee el balón, le cerrarán todas las líneas de pase, y se recuperarán 9 de cada 10 balones. ¿Son guapos los rombos, verdad?
En el vídeo que he enlazado en este post, se pueden observar algunos rombos, o romboides, uno de ellos está muy claro, en el minuto 2:36 del vídeo. Pero sobre todo, en la última jugada, en el gol de Messi contra el Panathinaikos, se formó un rombo girado en el balcón del área griega. En ese rombo hay cuatro vértices que lo forman: Messi, a su derecha está Xavi, a la izquierda del argentino está Iniesta, que es el tercer hombre, pero además, hay un cuarto hombre, que es Pedro, y que es fundamental para el desarrollo de ese golazo impresionante. Sí, en el guardiolismo también se creaban rombos, pero no se hacía de manera sistemática.
En un artículo de hace unos días, Martí Perarnau escribió que Tito y Xavi debían rescatar el viejo mapa, ese viejo mapa que ya ha sido muy estudiado por los rivales, que ya conocen los entrenadores rivales hasta la saciedad, y que ya saben cómo neutralizar. Yo no creo que se deba utilizar el viejo mapa, los triángulos del guardiolismo, el tercer hombre, yo considero que se debe evolucionar, que se debe dar un paso hacia adelante, creando los rombos blaugranas con el sistema táctico del cuadrado mágico rotante. Que Perarnau busque al tercer hombre, yo buscaré al cuarto hombre en el próximo partido contra el Sevilla. Espero encontrarlo varias veces y que nos proporcione muchas alegrías.
En un artículo de hace unos días, Martí Perarnau escribió que Tito y Xavi debían rescatar el viejo mapa, ese viejo mapa que ya ha sido muy estudiado por los rivales, que ya conocen los entrenadores rivales hasta la saciedad, y que ya saben cómo neutralizar. Yo no creo que se deba utilizar el viejo mapa, los triángulos del guardiolismo, el tercer hombre, yo considero que se debe evolucionar, que se debe dar un paso hacia adelante, creando los rombos blaugranas con el sistema táctico del cuadrado mágico rotante. Que Perarnau busque al tercer hombre, yo buscaré al cuarto hombre en el próximo partido contra el Sevilla. Espero encontrarlo varias veces y que nos proporcione muchas alegrías.
Una maravilla de articulo!!!! El video me gusto tanto que me lo baje y lo tengo como un tesoro. Realmente es una maravilla poder leerte y de esa forma poder intercambiar impresiones y detalles que hacen la diferencia.
ResponderEliminarMuchas veces aqui en Buenos Aires se relativizaba el juego del Barcelona,incluso decian que los rivales eran muy flojos y que no servian para nada. Fue pasando el tiempo y las goleadas y rondos ocurrian frente a equipos como el Arsenal,Manchester United,Madrid etc partido tras partido sin importar el rival esos 11 jugadores de no mucha estatura bailaban a sus contincantes,escondiendo la pelota y tocandola de primera cientos de veces sin perderla. Hoy en Argentina el juego del Barcelona es respetado y alabado por todos poniendolo de ejemplo para enumerar la Excelencia futbolistica.
El secreto aparte de las excelentes diagonales Made in Barca a mi modo de ver es el primer control que tienen todos los jugadores blaugranas,ese primer control te hace ganar unos segundos maravillosos que los demas contrincantes no tienen. El rondo caracteristico que se ve en el video con amplias opciones de pase del jugador que tiene la pelota es realmente maravilloso y si le sumamos a Messi el resultado es lo que estamos viendo.
Un abrazo y gracias por estos analisis tan acertados
Gracias a ti, Jorge, por tus comentarios. Tienes mucha razón: el control es importantísimo, sobre todo, el que se denomina como control orientado, es decir, no sólo controlas el balón, sino que lo diriges hacia la zona que quieres conducir o pasar. Y como bien dices, esto te brinda unas décimas de segundo de ventaja sobre los rivales.
ResponderEliminarY precisamente, para que se generen estas líneas de pases diagonales, estos triángulos, es muy importante lo que yo denomino la voluntad de desmarque: todos los jugadores del Barcelona, incluso el portero!!!, tienen plena conciencia de la importancia de ofrecer una línea de pase al poseedor del balón, y finalmente esta voluntad de desmarque es un círculo virtuoso: un jugador blaugrana se desmarca a sabiendas de que cuando él posea el balón, cuando reciba el pase, habrá otros compañeros desmarcados, y esos compañeros que se desmarcan lo hacen porque saben que todos se desmarcan, y como digo, es un círculo virtuoso.
Recuerdo que en un partido del Barcelona contra el Madrid, en la ida de la Copa, los merengues criticaron mucho a Altintop (y a Mou, por ponerlo como lateral derecho), porque el turco falló muchos pases. Yo no voy a defender a Altintop, desde luego, porque el error no fue suyo, sino de todo el equipo: el turco era el único que se desmarcaba, recibía el balón, pero sus compañeros estaban estáticos, no se desmarcaban, razón por la cual, Altintop mandaba el balón a cualquier parte. Y claro, se le criticó por la cantidad de balones que 'regaló', pero como casi siempre ocurre, se confunden las causas con las consecuencias, se ve o se quiere ver solamente la punta del iceberg: Altintop falló una barbaridad de pases por la sencilla razón de que sus compañeros no se desmarcaban. Y esto es muy peligroso, es un círculo vicioso: un jugador no se desmarca si sabe que sus compañeros no se desmarcan, porque no tendrá opciones de pases, tendrá que 'regalar' el balón y será muy criticado (como le ocurrió a Altintop). Y como digo, es un círculo vicioso.
Quizás algún día escriba un post sobre una de las claves del éxito blaugrana: la voluntad de desmarque. Un saludo.