Ha dicho varias veces Mourinho, con su prepotencia habitual, que a él no le importa el balón, que sus equipos no necesitan el balón. En una ocasión, dijo una frase delirante: que él no quería la posesión del balón, para no agotar a los rivales. Ya, lo que más le importa a Mou es el fair-play, ya. La verdad es que Mourinho o no sabe de fútbol, o sí sabe, pero lo disimula muy bien. La posesión del balón te proporciona muchos beneficios, sin duda, uno de ellos es que puedes controlar un partido bastante bien, a pesar de estar jugando como visitante, y con un hombre menos, debido a una expulsión injusta.
Dijo una vez el míster HH (Helenio Herrera), que se jugaba mejor con 10 que con 11. Lo que pretendía decir el míster HH era que sus jugadores se motivaban más, corrían más, cuando estaban en inferioridad numérica. Lo que no sabía el míster HH, y lo que al parecer no sabe Mou, es que jugando con la posesión del balón, con un perfecto desempeño táctico-posicional, puedes controlar un partido con inferioridad numérica. Sí, esta es una de las ventajas de la posesión del balón: puedes controlar un partido que, de otra forma, se te pondría muy cara de perro. Con diez menos, los equipos de Mou (y los demás), las pasarían canutas, defendiendo atrás con todos sus hombres, poniendo a su delantero centro como mediocentro, a sus extremos como segundos laterales, defendiendo prácticamente como se hace en el balonmano. Así hemos visto al Inter de Mou, al Chelsea de Di Matteo, defender la inferioridad numérica ante el Barcelona. Ayer, con un hombre menos durante toda la segunda parte, el Barcelona pasó menos apuros de los que debería haber pasado si no hubiera controlado el balón como lo controlaron Xavi, Busquets e Iniesta (a pesar de que no fue el mejor partido del manchego). Para esto sirve la posesión, señor Mourinho, para esto.
Yo he discutido largamente con algunos merengones sobre el famoso partido de semifinales que el Barcelona jugó en San Siro (contra el Inter de Mou), los merengues aducen que es una excusa barata que el Barcelona tuviera que viajar a Milán por autocar, debido a la erupción del volcán islandés. Aducen los merengones que el Barcelona estuvo bien físicamente, y que incluso pudo encerrar al Inter atrás en los últimos veinte minutos. Yo les digo, parafraseando a Clinton: "Es la posesión, you idiot!". Sí, en efecto, es la posesión lo que permitió que el Barcelona jugara más o menos bien, en lo físico, ese partido. Pero yo pregunto: ¿qué hubiera pasado si hubiera sido al réves, si el Inter de Mou hubiera tenido que viajar 2.000 kilómetros en autocar, para llegar a Barcelona, y tener que perseguir el balón durante 90 minutos? Goleada de escándalo, seguro. Y claro, las quejas de Mou hubieran subido de tono, su paranoia contra las conspiraciones judeomasónicas hubiera sido de órdago. Es lo que tiene la posesión: es un suplicio perseguir el balón sin descanso. Esto lo sabía Laureano Ruiz, el inventor del rondó.
El de ayer era un partido de los que tienden a romperse, de los que tienden a desesperar a los jugadores, de los que, casi siempre, acaban con un descontrol absoluto. Beneficioso para los que están perdiendo, perjudicial para los que van ganando. El de ayer era de esos partidos que siempre, o casi siempre, se rompen. Muchos errores individuales que costaron muy caro: tres de los cuatro goles fueron producto de errores individuales de jugadores blaugranas. El árbitro cometió muchos errores y muy graves. Los jugadores rivales, sobre todo, Riki, hicieron mucho teatro. (En Galicia también hay teatro, y del bueno. Bueno, en Galicia se inventó el esperpento, no digo más.) El árbitro dejó al equipo blaugrana con diez por una acción fortuita que ni siquiera era falta (ya veremos si Paradas Romero termina en la nevera, ya veremos). En casi todos los partidos, con casi todos los equipos, estas circunstancias tan azarosas romperían el partido, el partido se convertiría en un correcalles, en un intercambio de golpes vertiginosos. El equipo perjudicado (en este caso, el Barcelona), apelaría a la épica, a la testiculina, a ganar con dos narices, a redoblar esfuerzos para vencer las tremendas adversidades, a dejarse la piel. La épica que tanto nos venden desde algunos sitios malsanos. El Barcelona no apeló a nada de esas necedades tipo Braveheart; el Barcelona utilizó el arma que tiene para solventar partidos complicados: la posesión. Y el partido fue bastante tranquilo.
Yo no sé qué partido vieron aquellos que afirman que fue un partido de locos, la verdad es que para mí no lo fue. Sí lo fue en el marcador, pero no en la cancha. El Barcelona, salvo unos cuantos minutos (digamos que del minuto 25 al 35 de la primera parte, y los primeros 5 y los últimos de la segunda parte), controló bastante bien el partido. Mucho mejor cuando estuvo Xavi en el campo, desde luego, para eso lo metió Tito. Pero no estoy de acuerdo con los que dicen que con Fábregas en el campo el equipo blaugrana tuvo descontrol. Yo no compro esa moto averiada. La verdad es que el partido de ayer de Cesc Fábregas hubiera sido memorable, si dos personajes no se hubieran empeñado en quitarle protagonismo: uno fue Leo Messi, para bien; el otro fue el árbitro, que estuvo desastroso. Si estos dos no hubieran aparecido, Fábregas hubiera robado cámara.
Comenté aquí hace unos cuantos posts, que para mí el mejor partido de Fábregas fue contra el Valencia, jugando como interior derecho, en aquel partido estuvo espléndido, rozando el gol, ayer volvió a jugar por detrás del balón, eso sí, moviéndose de arriba-abajo, como en sus mejores tiempos del Arsenal, cuando era un mediocampista con mentalidad box to box (de área a área), cuando organizaba, a sus 21 añitos, y creaba todo el volumen de juego de los Gunners. Ayer se apareció ese jugador, o un fantasma que se parecía mucho a ese Cesc. Jugando, como digo, casi siempre por detrás del balón, aunque en varias fases del juego se ubicó en la mediapunta. Ayer fue un partido diferente: el equipo blaugrana no utilizó sólo una formación táctica, sino varias: jugó con dos pivotes defensivos, que casi siempre eran Fábregas y Busquets, pero también jugó con un mediocentro (Sergio), dos interiores, que eran Iniesta y Fábregas, y con un mediapunta: Messi. Pero también jugó con un sólo mediocentro (el partido de Busquets fue imperial), con los otros tres jugando de mediapunta. Lo que me llamó la atención es que estos cambios tácticos eran muy fluidos, no parecían estudiados, sino instintivos. Es decir, tengo la impresión de que Tito ha entrenado muchas veces estos sistemas posicionales, pero ha dejado que sean los jugadores los que decidan en cada momento qué posición deben ocupar.
Esto sólo se puede realizar con un equipo que está bien coordinado, que está bien entrenado, pero que además, muy importante, tiene unos jugadores inteligentes que saben leer el partido. Y sí, tenemos a cuatro jugadores que saben leer muy bien el partido. Ayer se coordinaron perfectamente para cambiar de color como el camaleón, interpretando en todo momento la mejor táctica posicional para atacar y defender. Eso sí, varias veces vi a los jugadores hablando entre sí, viendo la posición del otro para coordinarse mejor. Para tener un posicionamiento más adecuado a fin de evitar las tan temidas transiciones defensivas. Ayer sólo ocurrió una transición defensiva del Barcelona que fue fallida, que fue producto de una pérdida de balón de Messi (ya hablaremos de ello), y que fue precisamente la que ocasionó el penalti inexistente. Por lo demás, el Barcelona siempre estuvo bien posicionado en defensa, excepto los dos centrales (en momentos puntuales). Otra cosa son los errores individuales, sobre todo, de Valdés.
He leído, incluso el día de ayer, que Cesc Fábregas es demasiado vertical, que tiene demasiado descontrol, que pierde muchos balones, incluso los periodistas que elogian la genialidad de Cesc (como Besa), dicen que la pareja de Cesc con Messi propicia la pérdida reiterada del balón (habría que decir que fue Messi el que perdió más balones, no Fábregas). Como vemos en la foto de arriba, las acusaciones de que Cesc es demasiado vertical, que pierde muchos balones, es un mito, una leyenda urbana. No es cierto. En la foto podemos ver los 95 pases que dio Fábregas: sólo falló 6 (que son las líneas rojas), pero esas pérdidas de balón fueron de alta calidad (ahora explicaré esto). Podemos ver que casi todos los pases de Fábregas fueron pases cortos, pases en diagonal, pases que lanzó en el campo del rival (el Barcelona atacaba de derecha a izquierda). Esta foto desmiente muchos de los mitos que se dicen de Fábregas: no es demasiado vertical, de hecho, sólo hay unos cuatro pases que sí son muy verticales, son los que están señalados en amarillo. Son cuatro asistencias que dio, dos de ellas acabaron en gol (más el taconazo a Messi en el tercer gol), una de ellas fue una gran asistencia a Pedro, después de conducir el balón desde la propia cancha, que desgraciadamente no acabó en gol. ¿Es un crimen buscar el pase vertical entrelíneas para batir líneas defensivas y dejar a un compañero sólo ante el portero? ¡Faltaría más!
Cesc no es puro descontrol, ni es puro vértigo, ni es un jugador que sólo sabe jugar vertical, ahí está el vídeo y la fotografía de sus pases para demostrar lo contrario. Cesc se está asentando bien en la posición del interior, desde luego, todavía no tiene los mecanismos de control que tienen Xavi e Iniesta (y que Busquets está adquiriendo con una elegancia impresionante), vale, todavía no tiene ese control seco en estático que tienen esos cracks (lo de Cesc es el control orientado, que es más ofensivo), Cesc no tiene esas recepciones tan pulcras y esos pases impecables de sus compañeros, pero si los adquiere, si Cesc logra adquirir una técnica más defensiva, más de control, sin duda, podrá ser un interior de posesión de gran calidad. Porque tiene otras muchas cosas que demostró ayer: dominó el juego desde la base, dibujó jugadas magistrales hacia la portería de Aranzubía, lanzó cambios de orientación para obligar la basculación del rival, generó mucho volumen de juego por detrás del balón, tocó y tocó, aglutinó bastante el balón para atraer marcas, ofreció lineas de pases diferenciales a la altura que el equipo necesitaba, arrastró a los centrales (sobre todo, Zé Castro), para dejar espacios a Messi. Jugó bien por detrás y por delante del balón. Y tuvo bastante control en los momentos puntuales del partido: yo vi rondós muy largos del equipo blaugrana en los instantes más importantes del partido, cuando parecía que se iba a romper, pero no se rompió. Parte de la 'culpa' de que no se rompiera el partido fue Cesc.
El equipo blaugrana, ahora mismo, está realizando malabarismos para encajar dos estilos de juegos diferentes: el de Cesc, que es más dinámico, al de Xavi, que era mucho más de control, de masticar la jugada. Se está haciendo, por varias razones: no sólo por el posible retiro de Xavi de los terrenos de juego (que probablemente ocurrirá dentro de tres o cuatro años, sí se le sabe dosificar), sino porque esa fórmula de controlar siempre el balón con una posesión abrumadora, tenía un defecto: el balón se utilizaba muchas veces para protegerse, no para atacar al rival. Cuando algunos entrenadores se dieron cuenta de esto, decidieron una estrategia que resultó muy efectiva: presionar muy arriba, asfixiar a Xavi, cuando el equipo blaugrana solamente tenía el balón para protegerse. En la mejor campaña blaugrana hasta ahora, en la que Xavi ejerció más control de juego, en la 2010-2011, no obstante, ocurrió un hecho preocupante: el partido de Copa en Mestalla, en cuyo primer tiempo, el Barcelona no pudo salir de su campo. La fórmula de control por medio de Xavi no es eterna, ni va a funcionar siempre, funcionó extraordinariamente bien en esa campaña, pero eso en fútbol no significa nada, lo que te funcionaba ayer ya no te funciona hoy, porque los rivales ya te han pillado el truco. Ahora mismo el Barcelona está haciendo malabarismos para encontrar una nueva fórmula que funcione: el control más dinámico. Controlar el partido, pero siempre pensando en el área rival. Para esto se fichó a Cesc, que hasta ahora, no había funcionado tan bien, quizás por un problema de desconfianza, no lo sé. Un punto clave son las pérdidas de balón, cómo y dónde se producen.
¿Todas las pérdidas de balón son iguales? No, evidentemente, no. Cuando un periodista escribe sobre las pérdidas de balón señalando a un jugador específico, muchas veces, no repara en algunas cuestiones. Por ejemplo, si los compañeros le ofrecían líneas de pase, o no, porque sin líneas de pases es casi imposible conservar el balón. Tampoco reparan los periodistas en la calidad de las pérdidas de balón, en qué sector de la cancha ocurrieron (observar que las pérdidas de balón de Cesc son de 3/4 hacia adelante), por qué ocurrieron, si la pérdida del balón fue forzada por el rival, o no. No se explica, entonces, que se escriba sobre las pérdidas de balón de Cesc: por dos razones: porque ocurrieron muy pocas (solo 6), y porque fueron pérdidas de alta calidad, que no propiciaron problemas en la transición defensiva del equipo blaugrana. Ponemos un ejemplo: en la asistencia a Jordi Alba, Cesc tira un pase vertical entrelíneas que batió a dos líneas defensivas rivales. Es un pase que es más fácil de defender, es un pase que tiene altas probabilidades de perderse, de acuerdo. Pero en ese instante, el Deportivo estaba por detrás del balón, había 9 jugadores (más el portero), defendiendo por detrás de la línea de interiores (en 3/4), por lo tanto, si pierdes el balón, seguramente no tendrás muchos problemas con la transición defensiva, con el posible contragolpe del rival. Hubiera sido, en todo caso, una pérdida de alta calidad. No ocurrió así con Messi.
Ha ocurrido en fechas recientes que Messi ha bajado hasta la base para acarrear balones, para batir líneas con su conducción portentosa, no obstante, esto ha ocasionado pérdidas de balón que han ocasionado problemas: ayer, contra el Deportivo, Messi perdió un balón que ocasionó el contragolpe de los gallegos que acabó en el penalti inexistente. Pero el problema de esas pérdidas no es Messi, es lógico que pierda balones el que más arriesga, es natural que Messi pierda algunos balones, porque, como digo, sus conducciones benefician mucho al equipo, abriendo espacios donde no los hay. No obstante, veo dos problemas: cuando Messi tiene el balón, el Barcelona está muy mal resguardado, porque casi todos los jugadores están por delante del balón, excepto Busquets (que incluso a veces está en paralelo), y algunos defensores (en ocasiones sólo dos, como ocurrió en Stamford Bridge). ¿Por qué ocurre esto? Porque lo que se intenta es abrir mucho las líneas de pases para Messi, con lo que se logra arrastrar a los rivales fuera de Messi, y dejar espacios que el argentino sabe aprovechar. Además, para aprovechar esos espacios cuando Messi ha eliminado uno o dos adversarios, y los demás rivales tienen que dejar su sitio (y por consiguiente, a su marcador), para intentar obstruir a Messi. Esto puede funcionar perfectamente cuando Messi esté el 100%, pero todavía no lo está. Sus pérdidas de balón son una verdadera sangría. Repito, la culpa no es de Messi, sino que todo el posicionamiento del equipo está fallando cuando Messi tiene el balón.
Eso sí, a pesar de que Messi no está a su nivel óptimo (yo creo que le falta un mes para alcanzarlo), contra el Deportivo anotó tres goles, como si tal cosa. Este equipo, gracias a Messi, tiene una pegada brutal, que, en este inicio de temporada (no ayer, por ejemplo, pero sí en Osasuna), está propiciando que el equipo blaugrana haya logrado casi un pleno de victorias, sin mostrar, todavía, su mejor nivel de juego. ¿Qué ocurrirá cuando el Barcelona alcance su mejor nivel de juego? ¿Qué ocurrirá cuando Messi alcance su mejor nivel de juego? No lo sé, pero sí me imagino que lo disfrutaremos mucho. Eso sí, el partido de ayer contra el Depor me dejó buenas sensaciones: en la temporada pasada, estos partidos se perdían o se empataban, en la temporada pasada los errores condicionaban mucho (recuerdo Anoeta), ahora esos partidos se ganan a pesar de errores de concentración puntuales. Es la diferencia de un equipo campeón de otro que no lo fue.
Yo no sé qué partido vieron aquellos que afirman que fue un partido de locos, la verdad es que para mí no lo fue. Sí lo fue en el marcador, pero no en la cancha. El Barcelona, salvo unos cuantos minutos (digamos que del minuto 25 al 35 de la primera parte, y los primeros 5 y los últimos de la segunda parte), controló bastante bien el partido. Mucho mejor cuando estuvo Xavi en el campo, desde luego, para eso lo metió Tito. Pero no estoy de acuerdo con los que dicen que con Fábregas en el campo el equipo blaugrana tuvo descontrol. Yo no compro esa moto averiada. La verdad es que el partido de ayer de Cesc Fábregas hubiera sido memorable, si dos personajes no se hubieran empeñado en quitarle protagonismo: uno fue Leo Messi, para bien; el otro fue el árbitro, que estuvo desastroso. Si estos dos no hubieran aparecido, Fábregas hubiera robado cámara.
Comenté aquí hace unos cuantos posts, que para mí el mejor partido de Fábregas fue contra el Valencia, jugando como interior derecho, en aquel partido estuvo espléndido, rozando el gol, ayer volvió a jugar por detrás del balón, eso sí, moviéndose de arriba-abajo, como en sus mejores tiempos del Arsenal, cuando era un mediocampista con mentalidad box to box (de área a área), cuando organizaba, a sus 21 añitos, y creaba todo el volumen de juego de los Gunners. Ayer se apareció ese jugador, o un fantasma que se parecía mucho a ese Cesc. Jugando, como digo, casi siempre por detrás del balón, aunque en varias fases del juego se ubicó en la mediapunta. Ayer fue un partido diferente: el equipo blaugrana no utilizó sólo una formación táctica, sino varias: jugó con dos pivotes defensivos, que casi siempre eran Fábregas y Busquets, pero también jugó con un mediocentro (Sergio), dos interiores, que eran Iniesta y Fábregas, y con un mediapunta: Messi. Pero también jugó con un sólo mediocentro (el partido de Busquets fue imperial), con los otros tres jugando de mediapunta. Lo que me llamó la atención es que estos cambios tácticos eran muy fluidos, no parecían estudiados, sino instintivos. Es decir, tengo la impresión de que Tito ha entrenado muchas veces estos sistemas posicionales, pero ha dejado que sean los jugadores los que decidan en cada momento qué posición deben ocupar.
Esto sólo se puede realizar con un equipo que está bien coordinado, que está bien entrenado, pero que además, muy importante, tiene unos jugadores inteligentes que saben leer el partido. Y sí, tenemos a cuatro jugadores que saben leer muy bien el partido. Ayer se coordinaron perfectamente para cambiar de color como el camaleón, interpretando en todo momento la mejor táctica posicional para atacar y defender. Eso sí, varias veces vi a los jugadores hablando entre sí, viendo la posición del otro para coordinarse mejor. Para tener un posicionamiento más adecuado a fin de evitar las tan temidas transiciones defensivas. Ayer sólo ocurrió una transición defensiva del Barcelona que fue fallida, que fue producto de una pérdida de balón de Messi (ya hablaremos de ello), y que fue precisamente la que ocasionó el penalti inexistente. Por lo demás, el Barcelona siempre estuvo bien posicionado en defensa, excepto los dos centrales (en momentos puntuales). Otra cosa son los errores individuales, sobre todo, de Valdés.
He leído, incluso el día de ayer, que Cesc Fábregas es demasiado vertical, que tiene demasiado descontrol, que pierde muchos balones, incluso los periodistas que elogian la genialidad de Cesc (como Besa), dicen que la pareja de Cesc con Messi propicia la pérdida reiterada del balón (habría que decir que fue Messi el que perdió más balones, no Fábregas). Como vemos en la foto de arriba, las acusaciones de que Cesc es demasiado vertical, que pierde muchos balones, es un mito, una leyenda urbana. No es cierto. En la foto podemos ver los 95 pases que dio Fábregas: sólo falló 6 (que son las líneas rojas), pero esas pérdidas de balón fueron de alta calidad (ahora explicaré esto). Podemos ver que casi todos los pases de Fábregas fueron pases cortos, pases en diagonal, pases que lanzó en el campo del rival (el Barcelona atacaba de derecha a izquierda). Esta foto desmiente muchos de los mitos que se dicen de Fábregas: no es demasiado vertical, de hecho, sólo hay unos cuatro pases que sí son muy verticales, son los que están señalados en amarillo. Son cuatro asistencias que dio, dos de ellas acabaron en gol (más el taconazo a Messi en el tercer gol), una de ellas fue una gran asistencia a Pedro, después de conducir el balón desde la propia cancha, que desgraciadamente no acabó en gol. ¿Es un crimen buscar el pase vertical entrelíneas para batir líneas defensivas y dejar a un compañero sólo ante el portero? ¡Faltaría más!
Cesc no es puro descontrol, ni es puro vértigo, ni es un jugador que sólo sabe jugar vertical, ahí está el vídeo y la fotografía de sus pases para demostrar lo contrario. Cesc se está asentando bien en la posición del interior, desde luego, todavía no tiene los mecanismos de control que tienen Xavi e Iniesta (y que Busquets está adquiriendo con una elegancia impresionante), vale, todavía no tiene ese control seco en estático que tienen esos cracks (lo de Cesc es el control orientado, que es más ofensivo), Cesc no tiene esas recepciones tan pulcras y esos pases impecables de sus compañeros, pero si los adquiere, si Cesc logra adquirir una técnica más defensiva, más de control, sin duda, podrá ser un interior de posesión de gran calidad. Porque tiene otras muchas cosas que demostró ayer: dominó el juego desde la base, dibujó jugadas magistrales hacia la portería de Aranzubía, lanzó cambios de orientación para obligar la basculación del rival, generó mucho volumen de juego por detrás del balón, tocó y tocó, aglutinó bastante el balón para atraer marcas, ofreció lineas de pases diferenciales a la altura que el equipo necesitaba, arrastró a los centrales (sobre todo, Zé Castro), para dejar espacios a Messi. Jugó bien por detrás y por delante del balón. Y tuvo bastante control en los momentos puntuales del partido: yo vi rondós muy largos del equipo blaugrana en los instantes más importantes del partido, cuando parecía que se iba a romper, pero no se rompió. Parte de la 'culpa' de que no se rompiera el partido fue Cesc.
El equipo blaugrana, ahora mismo, está realizando malabarismos para encajar dos estilos de juegos diferentes: el de Cesc, que es más dinámico, al de Xavi, que era mucho más de control, de masticar la jugada. Se está haciendo, por varias razones: no sólo por el posible retiro de Xavi de los terrenos de juego (que probablemente ocurrirá dentro de tres o cuatro años, sí se le sabe dosificar), sino porque esa fórmula de controlar siempre el balón con una posesión abrumadora, tenía un defecto: el balón se utilizaba muchas veces para protegerse, no para atacar al rival. Cuando algunos entrenadores se dieron cuenta de esto, decidieron una estrategia que resultó muy efectiva: presionar muy arriba, asfixiar a Xavi, cuando el equipo blaugrana solamente tenía el balón para protegerse. En la mejor campaña blaugrana hasta ahora, en la que Xavi ejerció más control de juego, en la 2010-2011, no obstante, ocurrió un hecho preocupante: el partido de Copa en Mestalla, en cuyo primer tiempo, el Barcelona no pudo salir de su campo. La fórmula de control por medio de Xavi no es eterna, ni va a funcionar siempre, funcionó extraordinariamente bien en esa campaña, pero eso en fútbol no significa nada, lo que te funcionaba ayer ya no te funciona hoy, porque los rivales ya te han pillado el truco. Ahora mismo el Barcelona está haciendo malabarismos para encontrar una nueva fórmula que funcione: el control más dinámico. Controlar el partido, pero siempre pensando en el área rival. Para esto se fichó a Cesc, que hasta ahora, no había funcionado tan bien, quizás por un problema de desconfianza, no lo sé. Un punto clave son las pérdidas de balón, cómo y dónde se producen.
¿Todas las pérdidas de balón son iguales? No, evidentemente, no. Cuando un periodista escribe sobre las pérdidas de balón señalando a un jugador específico, muchas veces, no repara en algunas cuestiones. Por ejemplo, si los compañeros le ofrecían líneas de pase, o no, porque sin líneas de pases es casi imposible conservar el balón. Tampoco reparan los periodistas en la calidad de las pérdidas de balón, en qué sector de la cancha ocurrieron (observar que las pérdidas de balón de Cesc son de 3/4 hacia adelante), por qué ocurrieron, si la pérdida del balón fue forzada por el rival, o no. No se explica, entonces, que se escriba sobre las pérdidas de balón de Cesc: por dos razones: porque ocurrieron muy pocas (solo 6), y porque fueron pérdidas de alta calidad, que no propiciaron problemas en la transición defensiva del equipo blaugrana. Ponemos un ejemplo: en la asistencia a Jordi Alba, Cesc tira un pase vertical entrelíneas que batió a dos líneas defensivas rivales. Es un pase que es más fácil de defender, es un pase que tiene altas probabilidades de perderse, de acuerdo. Pero en ese instante, el Deportivo estaba por detrás del balón, había 9 jugadores (más el portero), defendiendo por detrás de la línea de interiores (en 3/4), por lo tanto, si pierdes el balón, seguramente no tendrás muchos problemas con la transición defensiva, con el posible contragolpe del rival. Hubiera sido, en todo caso, una pérdida de alta calidad. No ocurrió así con Messi.
Ha ocurrido en fechas recientes que Messi ha bajado hasta la base para acarrear balones, para batir líneas con su conducción portentosa, no obstante, esto ha ocasionado pérdidas de balón que han ocasionado problemas: ayer, contra el Deportivo, Messi perdió un balón que ocasionó el contragolpe de los gallegos que acabó en el penalti inexistente. Pero el problema de esas pérdidas no es Messi, es lógico que pierda balones el que más arriesga, es natural que Messi pierda algunos balones, porque, como digo, sus conducciones benefician mucho al equipo, abriendo espacios donde no los hay. No obstante, veo dos problemas: cuando Messi tiene el balón, el Barcelona está muy mal resguardado, porque casi todos los jugadores están por delante del balón, excepto Busquets (que incluso a veces está en paralelo), y algunos defensores (en ocasiones sólo dos, como ocurrió en Stamford Bridge). ¿Por qué ocurre esto? Porque lo que se intenta es abrir mucho las líneas de pases para Messi, con lo que se logra arrastrar a los rivales fuera de Messi, y dejar espacios que el argentino sabe aprovechar. Además, para aprovechar esos espacios cuando Messi ha eliminado uno o dos adversarios, y los demás rivales tienen que dejar su sitio (y por consiguiente, a su marcador), para intentar obstruir a Messi. Esto puede funcionar perfectamente cuando Messi esté el 100%, pero todavía no lo está. Sus pérdidas de balón son una verdadera sangría. Repito, la culpa no es de Messi, sino que todo el posicionamiento del equipo está fallando cuando Messi tiene el balón.
Eso sí, a pesar de que Messi no está a su nivel óptimo (yo creo que le falta un mes para alcanzarlo), contra el Deportivo anotó tres goles, como si tal cosa. Este equipo, gracias a Messi, tiene una pegada brutal, que, en este inicio de temporada (no ayer, por ejemplo, pero sí en Osasuna), está propiciando que el equipo blaugrana haya logrado casi un pleno de victorias, sin mostrar, todavía, su mejor nivel de juego. ¿Qué ocurrirá cuando el Barcelona alcance su mejor nivel de juego? ¿Qué ocurrirá cuando Messi alcance su mejor nivel de juego? No lo sé, pero sí me imagino que lo disfrutaremos mucho. Eso sí, el partido de ayer contra el Depor me dejó buenas sensaciones: en la temporada pasada, estos partidos se perdían o se empataban, en la temporada pasada los errores condicionaban mucho (recuerdo Anoeta), ahora esos partidos se ganan a pesar de errores de concentración puntuales. Es la diferencia de un equipo campeón de otro que no lo fue.
cuál es tu opinión sobre las dos jugadas polémicas del partido? es decir, me gustaría que las analizaras como tú sabes analizar el fútbol, porque he escuchado a los mandriles decir que la falta de mascherano sí existió, porque levantó mucho su pie izquierdo, y que en la expulsión mueve su brazo para golpear a riki, yo creo que en las dos fue teatro de riki, pero me gustaría conocer tu análisis más detallado de esas dos jugadas. un saludo.
ResponderEliminarSí, yo también he leído que Mascherano hace falta, levantando mucho su pie izquierdo, pero ni siquiera toca a Riki. Vamos a ver: Mascherano se equivoca, no debe barrerse, tirarse al césped debe ser el último recurso siempre, no hay que abusar de esas barridas, porque quedas expuesto, ya no puedes frenar ni corregir la posición, y te puede ocurrir que un delantero muy vivo trate de hacer penal, o falta, como ocurrió en esa jugada.
EliminarNo hay falta de Mascherano, Riki pudo evitar a Mascherano, pero no quiso, el regate le salió muy largo, y prefirió 'tirarse a la piscina', se ve claramente que la pierna derecha de Riki se dobla hacia delante, buscando el contacto de la cadera de Mascherano. No hay falta. Es más, la trayectoria de la pierna derecha de Riki no tiene sentido: el balón iba hacia la izquierda, pero su pierna derecha dio un pase hacia el frente, hacia donde no estaba el balón, sino el cuerpo de Mascherano. Buscó el penalti, engañó al árbitro, que se dejó engañar. Como digo, en Galicia también hay teatro y del bueno.
La otra jugada ocurrió así: Mascherano le quitó el balón a Riki, quien bajó mucho su cabeza, buscando el contacto con el cuerpo de Mascherano. La cuestión es que después de quitarle el balón, Mascherano hizo un gesto muy canchero: sacar el brazo derecho para cubrir el balón, no con la intención de golpear a Riki, sino de cubrir el balón. Como digo, es un gesto muy canchero. Yo creo que ese movimiento del brazo fue lo que confundió al linier. Qué es falta, dicen los merengues? Pues anda tú que a Redondo le hubieran marcado cien faltas por partido...
Tú crees que el Barcelona pueda conservar su posesión tan alta en el posxavismo? Cuáles son para ti las ventajas de jugar con Cesc en vez de Xavi?
ResponderEliminarEs una pregunta muy difícil, pero intentaré contestarla. En primer lugar, hay que decir que sí, que la importancia de Xavi en el control del juego blaugrana es innegable, discutirla sería de necios, no obstante, ese posesión tan alta también se logra gracias a los demás jugadores, gracias a que Valdés no mandaba zapatazos a cualquier parte (cosa que sí está haciendo ahora), gracias a la salida del balón tan pulcra de Piqué, gracias a las ayudas de los laterales: Alves y Abidal sacaban el balón desde atrás con mucha solvencia. Gracias a Busquets, quien siempre servía de apoyo, de hombre-boya, siempre se las apañaba para crear una línea de pase muy segura (ya sea horizontal, o diagonal hacia atrás), gracias a que Iniesta aglutinaba mucho balón sin pérdida merced a un control orientado defensivo que es insuperable... Y claro, estaba Xavi para control el balón... Se podrá llegar a esas posesiones tan altas sin Xavi? Yo creo que sí, yo confío en que sí se pueda. Pero yo creo que lo importante no es alcanzar la posesión tan alta, sino generar fútbol de ataque, trenzar jugadas maravillosa que culminen en gol, o en su defecto, en ocasiones de gol... Control y ataque, son mis premisas.
EliminarLas ventajas y de desventajas de jugar con Cesc, en vez de Xavi? Son muchas y dan para realizar un nuevo post... Sólo diré una: Cesc puede jugar muy bien tanto por detrás del balón, como por delante de él, con lo que se puede obtener las ventajas de dos sistemas de juego: el 2+2, y el 1+3... Lo explicaré ampliamente en mi nuevo post...
Creo que las rotaciones que ha hecho Tito han sido buenas para el estado físico de los jugadores, solo tengo la duda de que va pasar el dia que lleguen los partidos realmente importantes, quiénes jugaran y como se va incorporar a Cesc en el equipo en un partido tan importante? Crees que exista alguna solucion real para que juegue Cesc al mismo tiempo que Xavi, Iniesta y Messi pero aprovechando las verdaderas cualidades de Cesc y no simplemente incrustandolo en una posición en la que no pueda hacer nada? Saludos
ResponderEliminarHola, es una pregunta muy difícil, y yo creo que nadie tiene una respuesta, ni siquiera Tito. La única vez en que coincideron Xavi y Cesc en un terreno de juego, y resultó bien, fue contra el Atleti, en el Camp Nou, cuando el equipo blaugrana ganó por 5 a 0. En ese partido jugaron Xavi y Cesc con este último más cerca de la base, y el resultado fue bastante bueno (no sólo por el marcador, que también). Ahora, la cuestión fue la siguiente: y tendré que nombrar unas palabras que para muchos barcelonistas es tabú: se jugó con la 'maldita' defensa de tres. Y cuando jugaba así Guardiola, Busquets se retrasaba más, para jugar como un falso mediocentro, casi un central (como hacía Gyula Lorant con los húngaros). Esto permitió que Xavi y Cesc pudieran 'convivir' mejor en la base. Fue un experimento y resultó... La pregunta es si Tito volverá a arriesgar con una defensa de tres para que Cesc pueda jugar más cerca de la base... De momento, con lo que se está sufriendo con las transiciones defensivas, con las lesiones de nuestros centrales titulares, yo creo que no es buen momento para probar a la defensa de tres, creo que no. Es un debate muy interesante, que, como ocurre en el fútbol se tiene que resolver en el campo, lo demás son elucubraciones. Un saludo.
ResponderEliminarEres un crack,Antonio.
ResponderEliminarAunque apenas comente,trato de leer tus post cuando tengo tiempo.
Respecto a la final de Copa,la de footboxing,en esa primera parte hubo un equipo que tenía que haberse quedado con 9 a la media hora.
Consentir dar palos a mansalva es un factor que condiciona el análisis.Quería matizar esto,porque estoy harto de la leyenda de esa final,cuando es el mayor escándalo arbitral en una final en la historia moderna de la Copa.
Un saludo.
Hola, gracias por tus comentarios. Acabo de leer tu comentario, porque estaba escribiendo el siguiente post, pero no quiero dejar de comentar que, desde luego, esa final fue un partido muy sucio, sobre todo, contra Messi: parecía muñeco de feria. Sobre todo, me preocupó la entrada por detrás de Xabi Alonso a la altura de la rodilla de Messi: era una roja como una casa. Esa entrada es muy peligrosa: te puede romper los ligamentos de la rodilla, el meñisco, todo, por suerte, cuando Alonso impacta la rodilla izquierda de Messi, todo el peso del argentino estaba apoyado sobre la pierna derecha, que si no...
ResponderEliminarSí, fue lamentable, eso condicionó mucho ese partido. Por suerte, Mou tuvo miedo y no jugó así en el partido siguiente (semifinales de la Champions), porque el Barcelona estaba muy tocado, si el Madrid hubiera presionado más arriba...
Un saludo, y espero contar con tu presencia y te agradezco tus comentarios.