domingo, 14 de octubre de 2012

CESC FÁBREGAS Y EL FALSO NUEVE (SEGUNDA PARTE)

Comentaba en mi anterior post algunas cuestiones que, me parece, debo profundizar más. Está la cuestión del falso nueve, que a mi juicio no se ha entendido perfectamente: el falso nueve no tiene una ubicación específica ni un lugar predeterminado. Como digo, el falso nueve es una fórmula, un concepto: dejar libre la zona del nueve puro para que la ocupe cualquier jugador. Yo he visto a Xavi ocupar el espacio del nueve puro varias veces, también a Iniesta. Se dice que Messi jugó como falso nueve en aquella famosa victoria en el Bernabéu (2 a 6), sin embargo, hay que matizar bastante esa apreciación. Uno: en los primeros 10 minutos, Messi jugó en la banda derecha, mientras que el nueve clásico era Eto'o. Ocurrió al minuto 10 que Eto'o se recostó hacia la banda derecha, dejando vacío ese espacio entre los centrales. ¿Lo ocupó Messi? No. ¿Ocupó una zona cercana al espacio entre centrales, es decir, como un nueve y medio? En ocasiones, pocas. Digamos que Messi jugó muy libre, unas veces ocupaba el sitio del 10, del 9 y 1/2, de un falso punta de lanza, también jugó como enganche, etcétera. ¿Alguien ocupó el sitio del nueve puro, mientras Messi jugaba alejado del área madridista? Pues sí, recuerdo que Eto'o entró a ocupar el sitio de nueve puro en algunas ocasiones. Incluso en una, realizó una ruptura entre los centrales, buscando un paso el hueco que le lanzó un Messi más retrasado. 

     Así que cuando escucho o leo que Messi ocupó la posición de falso nueve en ese célebre partido, pues yo no puedo evitar hacer una mueca de perplejidad y de disconformidad a partes iguales. Disconformidad, porque he visto muchos goles de Messi en la posición del nueve puro, llegando desde atrás, por sorpresa (vamos, lo que viene siendo un falso nueve), en este vídeo se pueden ver varios goles de Messi marcando en la posición del nueve puro. Observad los goles número 8 contra el Zaragoza, 12 contra el Bremen, 18 contra el Depor, 20 contra el Geta, 21 contra el Aleti (La Pulga marcó en la posición del nueve gracias a un pase de Eto'o), el 40 contra el Celtic. Todos estos goles los metió Messi como nueve puro, antes del famoso partido contra el Madrid, en el  cual Messi anotó dos goles: el 77 y el 78 (en este último podemos observar que Messi parte en la posición de punta lanza, cuando Xavi le da al servicio). Así que podemos decir que Messi ya tenía esa tendencia a ocupar el sitio del nueve puro, antes del 2 a 6. Y el falso nueve es eso: un jugador con tendencia a ocupar la posición del nueve, partiendo desde cualquier posición. La variante fue poner a Eto'o como extremo derecho, y dejar el sitio del nueve vacío. Eto'o bien pudo haber sido un segundo nueve mentiroso, bien pudo haber jugado como segundo falso nueve junto con Messi, si hubiera tenido más clarividencia para jugar al fútbol. 

    Comenté en mi post anterior que los inventores del falso nueve, los húngaros, no tenían a un sólo jugador para ocupar dicha 'posición' del falso nueve (pues el falso nueve no es ninguna posición), sino que había hasta tres jugadores con tendencia a ocupar el sitio del nueve puro. Generalmente eran dos, pero a veces se sumaba un tercero. Jugar con un falso nueve, con un nueve mentiroso único que pretende llegar por sorpresa para ocupar el sitio del nueve, ya no resultará tan sorpresivo, los centrales tendrán una referencia, una referencia que se mueve, que nunca está quieta, como el nueve puro, pero al fin y al cabo es una referencia. Cuando juegas con más de un falso nueve, la cosa cambia, los centrales ya no tienen una referencia, ya no saben cuál de los dos falsos nueve ocupará el sitio del nueve puro. Y eso es sorpresivo. Si el falso nueve juega como extremo derecho, desborda hasta la línea de meta, y centra hacia atrás para otro jugador que ha ocupado por SORPRESA el sitio del nueve puro, los centrales quedan desconcertados, como ocurrió en este en este gol de David Silva. Es una de las ventajas de jugar con dos nueve mentirosos. 

Cuando uno de los falsos nueve se recuesta a la banda derecha, dribla a la mitad del equipo contrario (como hizo Messi contra el Madrid en esta foto), al tener un segundo falso nueve, como Cesc, puedes generar mucho peligro, pues ese segundo falso nueve sabrá colocarse en el mejor sitio para marcar. Justo lo que hace en este caso Fábregas, que corre para ocupar un sitio por detrás de la defensa merengue que se ha desorganizado totalmente por una de las conducciones impresionantes de Lio Messi. Vemos en esta foto que Pedro va a ocupar la posición del nueve puro (también es un falso nueve, también), y que Fábregas va a ocupar el segundo palo, a espaldas de Arbeloa. Perfecta coordinación. Lástima que Arbeloa estuvo muy listo, porque fue una jugada portentosa. 

En cambio, cuando no tienes más que un falso nueve, es decir, cuando sólo uno de tus jugadores tiene esa tendencia a ocupar la posición del nueve puro, y ocurre que ese falso nueve se haya retrasado para jugar como enganche, digo que puede suceder lo que vemos en esta foto: Pedro centra desde la derecha, pero no hay nadie en la posición del nueve puro, a pesar de que la defensa del Madrid dejó un hueco muy amplio entre el punto de penalti y la portería de Casillas. Un hueco que un nueve puro hubiera rentabilizado adecuadamente. Pero Cesc ya no estaba en el campo, salió en cambio por Alexis. Messi estaba retrasado, razón por la cual, cuando Pedro iba a centrar, no había nadie dentro del área merengue. Alguien podría argumentar que la mejor solución para evitar esta ausencia de jugador sería jugar con un nueve puro. Pero yo veo dos problemas: un nueve puro estorba, ocupa el sitio que nadie más puede ocupar por sorpresa. Además de que un nueve falso te brinda otras opciones, como veremos a continuación. 

Un falso nueve como Fábregas tiene una ventaja muy clara sobre el nueve puro: su capacidad para generar fútbol, para asistir en el último pase, para jugar entrelíneas, en una palabra, por su mayor involucramiento y mejor desempeño en el juego colectivo. En esta foto podemos contemplar las dos opciones: un nueve puro estaría fijo entre los centrales, aportando muy poco al volumen de juego colectivo, mientras que un nueve falso como Fábregas, no jugaría fijo entre los centrales, sino flotando entrelíneas, jugando de apoyo para Messi. Y Fábregas sabe hacer muy bien eso: flotar entrelíneas para servir como apoyo a sus compañeros. Pongamos a Fábregas (que ya había salido en cambio por Alexis), en esta foto, y elucubremos qué podría hacer Cesc. Yo lo veo muy claro: estaría flotando entre la línea defensiva y la del mediocampo, entre los centrales y el mediocentro merengues (digamos a la altura del árbitro), jugando de espaldas. Aquí es donde la diferencia entre el nueve falso y el puro se nota: Cesc podría hacer dos cosas: tirar una pared con Messi, para batir la línea de centrocampistas merengues, y que Messi encare a uno de los centrales de frente a la portería (casi un gol). Pero Cesc también podría recibir y girarse al mismo tiempo, en caso de que ninguno de los centrales salga de su posición para marcarlo (Cesc se percata muy bien de los movimientos de sus marcadores, incluso cuando están a sus espaldas), lanzar un pase entrelíneas para la ruptura del argentino. Así pues, Messi tendría un apoyo importantísimo para batir esas dos líneas rivales, pues Fábregas tiene mucha habilidad para jugar sin balón, amén de una calidad inigualable para el último pase.

     En el mes de agosto, leí un artículo interesante sobre Cesc y su inteligencia para jugar al balón, escrito por Martí Perarnau. Cuando leí ese artículo sobre la virtud que tiene Fábregas para jugar sin balón, que mostró en la Eurocopa, recordé el gol que anotó Cesc contra Italia, en el primer partido. Analizando este magnífico gol, podemos apreciar varias cuestiones, entre otras, la inteligencia de Fábregas para jugar sin balón. Lo primero que debemos decir es que Fábregas marca el gol como nueve puro, realizando una ruptura entre los centrales para recibir el pase al hueco de Silva. Pero hay que observar la posición inicial de Fábregas: está como mediapunta, en el carril del ocho. Observar en este vídeo que Fábregas comienza su ruptura, su desmarque en diagonal hacia la posición del nueve, cuando Iniesta recibe el balón de Xavi. Iniesta está de espaldas, recibe el balón en la mediapunta del callejón del diez, se da media vuelta, y toca para el Chino Silva, que prácticamente está en la posición del nueve y medio. Cuando el Chino se retrasa para girar hacia la portería, se da cuenta del desmarque de Fábregas y le tira un pase el hueco. Gran pase de Silva, sin lugar a dudas, pero el desmarque de Fábregas le facilita la labor a Silva, pues le 'indica' con su ruptura diagonal dónde debe tirar el pase al hueco. La gran mayoría de periodistas destacaron el pase de Silva y la definición de Fábregas, pero yo creo que lo más importante de esta jugada es el juego sin balón de Fábregas, pues lee perfectamente la jugada, intuye el cuándo y cómo debe realizar su ruptura, su coordinación espacio-temporal es impecable. La jugada no era fácil, darse cuenta de cómo se iba a desarrollar la jugada, desde el sector contrario, no era fácil, no obstante, como digo, cuando Iniesta recibe el balón, Cesc ya se está desmarcando para recibir el pase como nueve puro. En muchas ocasiones, el mérito de un gran pase es del RECEPTOR, porque le señala al emisor dónde y cuándo debe realizar el pase. Un buen receptor, alguien que sabe jugar sin balón, le facilita mucho los pases al emisor, si el receptor lee bien la jugada y sabe cuándo y cómo desmarcarse. Para que se realice un buen pase no sólo es necesario un buen pasador, sino también un buen receptor. (En muchas ocasiones sucede que un mal receptor estropea un buen pase.) Es muy importante saber jugar sin balón, y Cesc sabe hacerlo muy bien. 

   Un lector anónimo me preguntó por qué no estamos viendo al Cesc del Arsenal, la respuesta es sencilla, pero a la vez compleja. No estamos viendo al mejor Cesc, porque ahora juega casi siempre por delante del balón, mientras que en el Arsenal casi siempre jugaba por detrás del balón. Y evidentemente, no es lo mismo. No es lo mismo jugar por detrás del balón, que por delante de él. Se necesita una lectura distinta del juego, se necesitan virtudes distintas para contribuir al volumen de juego de un equipo. Xavi es el mejor jugador del mundo jugando por detrás del balón, no obstante, cuando juega por delante del balón, digamos de mediapunta, se pierde muchas veces, no sabe cómo continuar la jugada. Xavi es un iniciador de la jugada, no es un continuador. Iniesta es tan bueno jugando por delante como por detrás del balón, Iniesta puede ser un excelente iniciador de la jugada (aunque casi siempre, esta labor le corresponde a Xavi por obvias razones), pero Iniesta también es un continuador natural de la jugada. Fábregas era un iniciador de jugada en el Arsenal, era el mejor centrocampista organizador de la Premier, por su portentosa capacidad para lanzar cualquier tipo de pases, en diagonal, en corto, en largo, en estático, en carrera, Cesc siempre entendía cuál era el pase que requería su equipo, y lo ejecutaba casi siempre con una precisión de relojero. Era un maestro del pase. Siempre sabía cuándo había que abrir o cerrar, cuándo conducir y cuándo pasar, siempre sabía si tocar en corto o en largo, entendía perfectamente la secuencia de pases que requería su equipo, y la ejecutaba. Sobre todo, era destacable su capacidad para colocar los pases aéreos a las espaldas de las defensas, sin importar si la línea defensiva rival estaba colocada en el mediocampo, o en el balcón de su propia área. Cesc siempre encontraba el sitio perfecto para hacer daño con esos pases aéreos. 

   Como digo, Cesc en el Arsenal era un iniciador de la jugada, ocasionalmente era un continuador de la jugada, y también era un definidor, pero su labor principal era organizar el volumen de juego del Arsenal. En el Barcelona, ha ejercido pocas veces la labor de iniciar la jugada, casi siempre ha jugado como un continuador de la jugada, y como definidor. Cesc ahora está jugando más por delante del balón, mucho más de lo que jugaba en el Arsenal. Es obvio por qué: Xavi es el iniciador de la jugada, Xavi es el interior que juega por detrás del balón. Y yo no estoy muy de acuerdo en delegar esta labor solamente a uno de los interiores, yo estoy más por la labor de que sean los dos interiores los que realicen esta labor. Es decir, que sea unas veces el interior izquierdo, Iniesta, el que inicie la jugada, el que en determinadas fases del juego esté jugando por detrás del balón, mientras que el otro interior, digamos Xavi, sea el que esté jugando por delante del balón. Esto casi no ha ocurrido en el Barcelona, porque Xavi no es muy bueno jugando por delante de la pelota. Pero con Fábregas es posible que los dos interiores, Cesc e Iniesta, jueguen alternadamente por detrás y por delante del balón. Que unas veces sea uno el iniciador de la jugada, mientras que el otro sea el continuador, y viceversa. Esto hace menos previsible el juego blaugrana, digo yo. 


    Para mí, sin lugar a dudas, el mejor partido de Cesc Fábregas fue el que se jugó por el mes de febrero, contra el Valencia, en este partido, el Barcelona ganó por 5 goles contra 1. Fue un partido en el que el vértigo y el control firmaron un pacto de no agresión, se jugó con tanta intensidad y verticalidad, como control del juego. El Barcelona controló el partido durante 80 minutos, después del gol del Valencia. Prácticamente, el Valencia no pisó el campo del Barcelona, excepto en una jugada que finalizó Feghouli, y que atajó perfectamente Víctor Valdés. En cambio, el Barcelona creó más de 30 ocasiones de gol. Fue una combinación de vértigo + control. El balón circuló a una gran velocidad, no obstante, las pérdidas de balón fueron mínimas, y fueron siempre de alta calidad. Fue un partido vibrante en el que destacaron cuatro jugadores: Messi metió cuatro goles. Busquets realizó un partido imperial, apoyado en el inicio de la jugada por Iniesta y por Fábregas. Sí, porque Xavi no jugó este partido, entró de cambio por Iniesta en el minuto 85 y marcó el quinto. He platicado con mucha gente de este partido, todos conservan un buen recuerdo del partido, pero casi todos creen que Xavi jugó ese partido. Pues no, fue Fábregas el que jugó como interior derecho, casi siempre por detrás del balón, como jugaba en el Arsenal. Y lo bordó. 

     Sí, Fábregas realizó un gran partido jugando como interior derecho, estuvo magnífico en el inicio de la jugada, acompañando la jugada hasta el balcón del área, pero falló en la definición. Destacó en la conducción del balón, en su facilidad para lanzar pases al hueco (en ese vídeo no se ve un pase filtrado, raso, de unos cuarenta metros, que dejó a Alexis en un mano a mano frente a Diego Alves); sus rupturas y arrastres fueron pertinentes y realizados con solvencia, continuamente se recostaba a cualquiera de los costados para crear superioridad numérica, sus llegadas desde segunda línea fueron extraordinarias. A destacar cuatro jugadas de Fábregas: minuto 3:20, rompimiento y conducción de Fábregas por el callejón del ocho, es una lástima que no acabara en gol. No obstante, hay que ver cómo, dónde y cuándo inicia la ruptura Fábregas: está recostado a una banda, cuando ve que Mathieu deja su sitio para ir a marcar a Messi. En ese instante, cuando el balón todavía está en posesión de Alexis, Fábregas ve el hueco que ha dejado Mathieu, y realiza la ruptura en diagonal para aprovechar ese hueco. Messi recibe el balón, hace una pausa pertinente, se gira y toca a Fábregas. Gran jugada, gran lectura de los espacios por parte de Fábregas. 

     En el minuto 5:35, Fábregas estrella un balón en el travesaño, después de un pase de Iniesta. Observar dónde inicia la jugada Fábregas (minuto 5:26), observar cómo acompaña la jugada, siempre manteniendo el ritmo adecuado para llegar al pase de Iniesta en el sitio adecuado y en el momento adecuado. No se apresura ni se atrasa, va corriendo durante 50 metros a la velocidad justa, ni más despacio ni más deprisa, para llegar al lugar justo en el momento justo. Una lástima que ese disparo se estrellera en la madera. Minuto 6:27, gran conducción de Fábregas por el callejón del 10. Observar los cambios de ritmo y de dirección de Fábregas, que enloquecen a los defensas rivales, sobre todo a Albelda, que no sabe cómo marcar a Fábregas. Y Albelda no es precisamente un chaval sin experiencia. 

     Una de las cosas que más se le reprochan a Cesc Fábregas: que es demasiado vertical, demasiado vertiginoso. Yo no estoy de acuerdo, si bien Fábregas no es un controlador compulsivo como Xavi, sí es cierto que Fábregas está aprendiendo a controlar el juego cuando hay que controlarlo, sabe cuándo debe hacer una pausa (cosa que ya ha aprendido perfectamente Messi). En el vídeo del partido contra el Valencia, me llama la atención una jugada que ocurre en el minuto 4:43 de dicho vídeo. En esa jugada, que empieza con vértigo en la base, llega a Fábregas, quien hace una pausa (incluso lo comenta el narrador, en inglés), pues no ve claro el contragolpe, toca a Messi, quien también hace una pausa y después lanza el pase a Fábregas, que ahora sí, cuando ha visto el espacio, realiza una ruptura rápida. Vértigo y pausa, pausa y vértigo. Hay que saber cuándo hacer pausas, para encontrar espacios y ser vertiginoso. Quien lo hace perfectamente es Iniesta, Messi ya aprendió a hacerlo, Fábregas está aprendiendo. En el fútbol, demasiado vértigo produce descontrol, demasiada pausa provoca un juego muy predecible. El quid del fútbol está encontrar el balance exacto entre pausa y vértigo. Yo estoy seguro de que Fábregas podrá encontrar ese balance justo, tiene un maestro extraordinario: Iniesta. 

    En el vídeo ya citado contra el Valencia, en el minuto 2:34, se ve una cosa que me encanta: un rombo muy guapo. En la base está Busquets,  a sus lados tiene dos líneas de pases diagonales (como deben ser), en el interior izquierdo está Iniesta, en el interior derecho está Fábregas. En la mediapunta, como el cuarto hombre que forma el rombo, está Messi. Me gustaría ver muchas veces más este rombo. Creo que no funcionó mal. 

   No han tardado en salir los detractores pesimistas de Cesc Fábregas, cuando los cosas se han torcido un poco, cuando los resultados no han acompañado. Un 'periodista' culpó a Fábregas de la derrota contra el Chelsea. Yo no estoy de acuerdo, ese partido contra el Valencia, amén de algunos otros, y los números de Fábregas (15 goles y 20 asistencias en su primera temporada), no han sido tan catastróficos como para culparlo de todos los males del Barcelona. Habrá que esperar cómo se desenvuelve en esta temporada, de momento, no ha empezado mal (realizó un buen partido contra el Benfica, y contra el Sevilla estuvo aceptable). La temporada pasada no fue mala, a pesar de que nunca ha jugado en su sitio, que siempre ha sido el comodín para jugar en sitios a los que no está acostumbrado. La fórmula no es fácil, desde luego, pero yo estoy seguro de que Cesc tiene un sitio en este Barcelona. No sé si será el nuevo Xavi, o si cumplirá un rol más parecido al de Laudrup. Esto sólo lo sabe el Destino, espero que Tito se dé cuenta a tiempo. 


2 comentarios:

  1. dos preguntas me vienen a la mente: no crees que Cesc juega más adelantado, porque defensivamente no aporta mucho, y porque su asociación con messi es muy buena?

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  2. Vamos a ver: defensivamente, Fábregas ha mejorado mucho, no tanto en sus cualidades defensivas que no son muchas, sino que ha mejorado mucho en la defensa posicional. Esto es, está mejor colocado que antes, que en la temporada pasada. Hay dos fases defensivas: la transición defensiva y la defensa posicional. En las dos facetas ha mejorado mucho, pero más en la segunda. Todavía no tiene un amplio dominio de la segunda jugada, lo que, sobre todo, resiente Busquets. Quizás sí, esa es una de las razones por las que Tito prefiere ponerlo en la mediapunta.

    Pero yo me inclino más por tu segunda razón: es evidente que la sociedad Messi + Fábregas ha funcionado muy bien, sobre todo, con Messi como pasador y Fábregas como definidor (quién lo iba a decir, los patos les disparan a las escopetas). Sobre todo, en sus primeros partidos, esa sociedad se mostró muy productiva. Messi necesita a un jugador como Fábregas, necesita a un segundo falso nueve que distraiga a las defensas, que arrastre a los centrales, con el que pueda crear superioridad en la mediapunta, un falso nueve con el que se coordinen perfectamente en los movimientos para desconcertar y engañar a los defensas rivales. Fábregas es un buen socio para Messi, quizás el mejor.

    Yo creo que en el futuro del Barcelona, me parece que Fábregas debería cumplir un rol más parecido al de Iniesta, mientras que Iniesta podría cumplir un rol más parecido al de Xavi, es decir, masticar más la jugada. Yo creo que Iniesta debe participar más en la creación-distribución-control de la jugada, junto con Busquets (como hicieron en Zaragoza,cuando no estaba Xavi), pero bueno, esto lo platicaré en un post futuro. Un saludo.

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