miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL MAYOR FRAUDE DEL MOURIÑISMO

   Básicamente, existen dos formas de entrenar. La primera es la más sencilla, es utilizar la pizarra, indicarle al jugador lo que debe ser, cómo debe moverse para crear espacios, cuando está atacando, cómo debe apoyar a sus compañeros para cerrar espacios, cuando está defendiendo. Se entrenan los automatismos hasta la náusea: el talento y la libertad están prohibidos para estos entrenadores pragmáticos, esquemáticos. El más conspicuo de los técnicos pragmáticos, de pizarra, era Louis Van Gaal. El ex entrenador del Ájax es un caso curioso: era un revolucionario pragmático. En efecto, fue un técnico que revolucionó el fútbol a mitad de la década de los noventas, con su juego posicional (del que, en gran parte, es heredero el sistema de Guardiola), no obstante, a pesar de ser un revolucionario, es un técnico que detesta la libertad y el talento. Rivaldo y Riquelme podrían dar fe de mis palabras. El Ájax de Van Gaal era una máquina de jugar el fútbol, sí, una máquina, en el sentido más literal del término. 

   La pizarra de Van Gaal funcionó, desde luego, sin embargo no tuvo éxitos tan resonados en equipos diferentes, en los cuales tuvo fricciones con los jugadores talentosos. Su método era tan innovador como meticuloso, razón por la cual, el descontrol que genera la libertad creativa le hacía salir el corazón por la boca. Eso sí, con los chavales tan jóvenes del Ájax, su método era el idóneo, o casi. Los chavales muy jóvenes prefieren que el entrenador te diga qué hacer, y lo hacen, pues se sienten más cómodos, menos comprometidos. El problema surge cuando entrenas a jugadores que están acostumbrados a la libertad creativa. Además, el método tan esquemático tiene un problema: es previsible. Más temprano que tarde, los entrenadores rivales encuentran la forma de neutralizar los automatismos de esa máquina de jugar al fútbol, amén de que los jugadores no piensan por sí mismos cuando enfrentan una situación diferente, que no han entrenado. Los jugadores son máquinas que nunca evolucionan. 

     En el otro extremo, está el entrenador que les enseña a sus jugadores a jugar. Así de sencillo, y de complicado. Esta escuela de entrenadores tiene menos representantes, el más conocido, sin duda, es Marcelo Bielsa. El 'Loco' nunca entrena un mismo entrenamiento, todos los entrenamientos son distintos, Bielsa no enseña automatismos de pizarra a sus jugadores, les enseña a pensar. Los jugadores evolucionan, como es el caso de Javi Martínez, de Muniain, también Llorente ha mejorado mucho. Lo que se le enseña al jugador es a pensar, a tomar sus propias decisiones, se deja la libertad al jugador para decidir, se señalan sus errores y sus aciertos en la toma de decisiones. Este sistema tiene un fallo: cuando un jugador está cansado mentalmente, sus decisiones son incorrectas, y le faltan los automatismos entrenados durante la temporada para utilizarlos como un paliativo de su cansancio mental. Le ocurrió al Athletic en las dos finales que disputó no hace mucho: se decía que los jugadores estaban agotados. Sí, tenían cansancio mental, pero no físico (porque yo los vi correr como siempre, pero sin ideas). Los automatismos, pues, son un recurso necesario para mitigar el cansancio mental de los jugadores. 

     Como vemos, ambos sistemas de entrenar tienen sus pros y sus contras. Para mí, una de las claves del éxito de Pep Guardiola fue que utilizó las ventajas de los dos sistemas: sin duda, un equipo como el Barcelona, con un juego posicional tan revolucionario, tenía que entrenar mucho los automatismos durante los entrenamientos, para evitar los errores. Esa coreografía tan compleja como perfecta que muchas veces vimos del Pep Team, tenía detrás muchas horas de entrenamiento. No obstante, poner a correr como máquinas a jugadores tan talentosos como Xavi, Iniesta, Messi, hubiera sido un crimen de lesa humanidad. Guardiola no fue tan pragmático ni tan esquemático como Van Gaal, les permitió a sus jugadores la libertad para crear, para desarrollar su talento. Fue, además, un técnico que ayudó a sus jugadores a progresar, a evolucionar. Lo que evolucionaron jugadores como Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, bajo la batuta de Guardiola, daría para escribir un libro. Como digo, una de las claves del éxito de Guardiola fue tender un puente entre la anarquía racionalista de Bielsa y el pragmatismo revolucionario de Van Gaal. 

     Sin duda, podemos decir que el técnico que deja a sus jugadores la libertad para crear, para pensar, es un técnico que asume más riesgos, es un técnico más valiente que aquel que sólo confía en la pizarra, sólo en la pizarra y nada más que en la pizarra. Mourinho pertenece al grupo de los entrenadores temerosos que anteponen los automatismos a la libertad creativa. Pero es un técnico doblemente timorato: puesto que los automatismos que más entrena son los defensivos. Realmente, en los tres años que lleva dirigiendo en la Casa Blanca, casi no he visto buenas jugadas en ataque del Madrid, jugadas ofensivas bien trenzadas, bien elaboradas. Mourinho es un técnico cobarde por partida doble: le entrega la pelota al rival, pues él no quiere asumir riesgos, y pasa las horas en los entrenamientos contrarrestando los peligros que puede generar el rival. Su cientificismo barato coarta la libertad y la espontaneidad de sus jugadores, sus jugadores no evolucionan ni un ápice. Con otro técnico, Özil y Benzemá ya serían unos cracks contrastados, mientras que en el Moudrid son transgresores sospechosos de querer jugar bien al fútbol. Al Míster Excusas sólo le importa que progrese uno de sus jugadores: Cristiano 'Forrest Gump' Ronaldo. Y visto el partido de ayer, sobre todo la primera parte, Ronaldo ha progresado más bien poco, casi nada. Yo considero que Marcelo podría jugar mejor de mediapunta que el narciso portugués. 

    Mourinho es un adolescente que necesita reafirmar su personalidad tan deleznable: justo por ello, casi siempre saca a relucir sus títulos. Tiene titulitis, le espetó en la cara el gran Manolo Preciado. Pues esta obsesión por ganar títulos tiene como origen una mentalidad de adolescente que necesita construir su personalidad, su carácter, necesita ganar para sentirse superior a los demás, porque tiene un complejo de inferioridad. 'Gano, luego existo' es la filosofía barata del técnico portugués. Además, sus títulos obtenidos en varios países tienen un truco: como he dicho, es un técnico esquemático, por tanto, previsible. Esta es la razón por la que tiene que emigrar a otros países, donde lo conocen menos, donde lo han estudiado menos. El fútbol es engaño, pues, y es más fácil engañar a quien no te conoce, a quien no te ha analizado con profundidad. Esta es la razón por la que Mou viaja de un país a otro, después de cosechar éxitos en pocas temporadas (nunca ha ganado tres ligas consecutivas en el mismo país, como sí logró Guardiola, para mí, esto tiene más mérito). Mou es un técnico pragmático que desarrolló una 'receta' para ganar, una receta que no sólo es rácana y cobarde, sino que es la misma. Una receta que sólo requiere algunos mecanismo muy sencillos: atacar al poseedor del balón y a sus posibles receptores, amén de recurrir a las faltas tácticas para cortar la fluidez del balón. Para ello, necesita de jugadores tan disciplinados como máquinas. Ahora bien, para que su misma receta funcione ha tenido que viajar de un país a otro, como esos charlatanes de feria que vendían productos 'mágicos': el elixir de la juventud, del amor, engaños que eran tan chapuceros que obligaban a los charlatanes a trasladarse de un pueblo de pueblo. Sólo hace falta escuchar una rueda de prensa del señor Mourinho para darse cuenta de lo que es: ¿un entrenador de fútbol, o un charlatán de feria? Sus comentarios no pasan de la categoría de tertulia intrascendente de bar.

    Para triunfar en una misma liga, en un mismo país, durante varios años seguidos, como ha hecho Guardiola, tienes que reinventar tus ideas en ataque, tienes que evolucionar, tienes que buscar y hallar las variantes tácticas para engañar a los entrenadores rivales que te han estudiado hasta la náusea. (Una parte importante para esta reinvención de la táctica son los fichajes, Guardiola bien que lo sabía). Pep se fue reinventando a sí mismo, cada año nos sorprendía con muchas y muy interesantes variaciones tácticas, amén de que propició el desarrollo de sus jugadores, la evolución de sus jugadores hicieron que el juego del Barcelona fuera muy impredecible. ¿Podrá el Míster Excusas reinventarse a sí mismo para ganar muchos títulos en un mismo país, con un mismo equipo? ¿Podremos algún día ver un buen partido del Real Madrid, un partido en el que, de principio a fin, el equipo al completo emplee un toque criterioso en cualquier zona del campo, como hace el Barcelona? El día que yo vea a un equipo de Mourinho jugar bien al fútbol, acudiré rápidamente con un psicólogo, digo, para descartar las alucinaciones.

    El Míster Excusas tiene muchos títulos que ha cosechado en varios países, la duda que tengo es si ha viajado de un país a otro, para aprender nuevas cosas, para evolucionar, o simplemente porque tenía que hacerlo, porque sabe que su 'receta' no va a funcionar siempre en el mismo país. ¿Su periplo tan itinerante es, pues, una virtud, o una necesidad? ¿Tendrá Mou el talento para ganar muchos títulos con el Real Madrid, en el mismo país? ¿Tendrá el talento para reinventarse, para evolucionar como técnico, y que sus jugadores evolucionen, a fin de que su juego no sea tan previsible, a fin de que su juego abandone la cómoda mediocridad en la que habita? Visto el partido contra el City, en el que el Madrid 'jugó' a lo mismo de siempre (es más aburrido que ver repetida una partida de ajedrez a cámara lenta), pues casi puedo afirmar que el Míster Excusas NUNCA podrá ganar muchos títulos con el mismo equipo, como sí consiguió el gran Pep. Mientras tanto, yo seguiré pensando que Mourinho es un técnico mediocre con más éxito del que se merece. 

3 comentarios:

  1. Leyendo este articulo me hizo recordar las epocas de Van Gal en el Barcelona y siempre me viene a la cabeza una pregunta que no encuentra respuesta desgraciadamente ¿ Que hubiera pasado si Riquelme se hubiera encontrado con Guardiola en lugar de Van Gal? Posiblemente estariamos hablando de una figura impresionante del Barcelona aun hoy al lado de Xavi Hernandez? Es un ejemplo importante de como un gran jugador pasa sin pena ni gloria por un gran club como el Barcelona por culpa del egoismo de un entrenador y por la obsesion de sus creencias tacticas rigidas. Otro ejemplo referente a Mourinho es Kedira jugador limitado y precario sin ningun valor agregado y que en tiempos normales nunca hubiera podido jugar en el Madrid.
    Mourinho tiene trampa y hace creer a los jugadores que los entiende y los escucha es mas pasa a ser una mas de ellos pero en realidad lo que se esconde dentro de todo ese mensaje es un gran narcisismo donde nadie puede osar quitarle el protagonismo. Te doy la razon a lo que dices de Ozil jugador crack de verdad donde pasara a ser destruido por Mourinho y sino al tiempo.
    Coincido que Guardiola tendra algun defecto que en muchas ocasiones nos costo puntos y titulos pero lo maravilloso es que moldea y hace crecer a los jugadores a limites insospechados el ejemplo mas interesante es el de Busquets jugador relegado al Barcelona de tercera division donde pasaba sin pena ni gloria 3 años despues fue considerado uno de los mejores medios centros del mundo.
    No nos olvidemos de Laureano Ruiz el artifice de todo este sistema de exitos del barcelona poco reconocido por los medios y seguidores blaugranas pero figura clave de la forma de jugar del Barcelona

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  2. Sin duda, si Pep hubiera entrenado a Riquelme, otro gallo hubiera cantado. Y tres cuartos de lo mismo pasaría con Özil, que después del Mundial de Sudáfrica sonaba para el Barcelona, si lo hubiera entrenado Guardiola dos añitos, pero en fin.
    Sin duda, Laureano Ruiz fue uno de los 'abuelos' del tiki-taka, y sí, estoy de acuerdo contigo en que mucha gente ignora la labor de Laureano, yo escucho incluso que fue Cruijff el que vino a 'inventar' al Barcelona, que antes de Cruijff no existía nada, y no es cierto, Laureano contribuyó mucho para crear este Barcelona.
    Un saludo.

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  3. Van Gaal es el entrenador más infravalorado de la historia, injustamente, está claro. Hizo campeón de Europa a un equipo plagado de chavales, en el Barça logró un doblete que no se conseguía hacía 60 años y luego hizo campeón de Liga al AZ, que en España sería como el Espanyol o el Osasuna. Además, fue el que vio claro el pedazo de jugador que es Xavi Hernández, apostó por Puyol cuando lo querían echar del club, hizo debutar a Iniesta y a Valdés. Casi nada.

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