martes, 18 de diciembre de 2012

MESSI VS MARADONA: EL DISCRETO ENCANTO DEL REGATE PERFECTO

Hace unos cuantos días, recibí un vídeo impresionante sobre Lionel Messi, un vídeo sobre sus mejores jugadas, en especial, la facilidad increíble que tiene para regatear, para dejar sentados a varios rivales en el camino, mientras que se dirige con su velocidad vertiginosa hacia la portería contraria. Sin duda, todos nos acordamos del primer Messi, del que jugaba bajo el mando de Rijkaard. Jugaba como extremo, era muy desequilibrante, sin embargo, no era todavía el jugador tan completo que fue con Guardiola. En su día, se le comparó con Robben, con Robinho, los merengues lo comparan con Ronaldo, pero es una patraña. Yo no me atrevería a comparar a Messi con regateadores inmensos como Garincha, Masopust, Sívori, el propio Pelé, Ronaldinho. No, para mí, sólo existe una comparación posible, sólo ha existido un regateador que esté a la altura de Messi: Diego Armando Maradona. 

   Sí, yo creo que al Messi gambeteador sólo debemos compararlo con Maradona. Aunque ambos tienen diferencias muy marcadas, yo creo que se parecen en una cosa: manejaban el balón muy pegado al pie. Bien, antes que nada, debo poner aquí el enlace de este vídeo de los regates de Messi. Es un vídeo fantástico, dura 22 minutos, pero la verdad es que se disfruta horrores. (Yo pongo el vídeo, el babero lo ponen ustedes.) En este vídeo he analizado los regates de Messi y realmente me han dejado anonadado. Lo que más me llama la atención es la facilidad tan pasmosa con la que Messi regatea. Parece cualquier cosa regatear a tres contrarios en un palmo de terreno. Parece muy fácil, pero todos aquellos que hemos jugado a este deporte, sabemos que el regate es una de las jugadas más difíciles. Regatear con el balón pegado al pie, como hace Messi, sólo estaba a la altura de Maradona. Nadie más. 

    Como digo, analizando los regates de Messi he encontrado algunas particularidades muy llamativas: Lio Messi realiza muchos regates con el exterior del pie, regates que realiza sobre todo gracias a cambios de ritmo y de dirección. Ahora bien, lo que más me llama la atención es la sutileza con la que regatea Messi. Sí, sutileza es la palabra. Golpea el balón con pequeños toques, casi como acariciara el balón. (Esta es la razón por la que lleva el balón pegado al pie, porque lo golpea con mucha sutileza, como digo, parece que acaricia el balón.) Pues bien, con esos toques tan sutiles de la parte menos hábil del pie, el exterior, es capaz de dejar sentados a tres rivales. Y es capaz de frenarse en seco, después de una carrera vertiginosa, y con el exterior del pie, le da un toque sutil al balón para salir por el lado contrario del que iba corriendo. ALUCINANTE. 

     Digamos que para entender el regate, se lo enseñamos a un niño. Le damos un balón al chaval, lo ponemos delante de una silla (así se aprende a regatear, yo lo hacía mucho en mi casa cuando era un crío). Lo primero que tenemos que decirle al niño es que se ponga de perfil, retrasando un poco su pierna más hábil. (Ponerse de perfil sirve para abrir un ángulo de salida.) Bien, ahora qué, tal vez nos preguntaría el chaval. Lo que tenemos que decirle al chaval es que escoja una salida, por la derecha, o por la izquierda, de la silla, que toque el balón con una trayectoria diagonal (es la mejor forma de regatear). Bien, pensemos que el chaval lo hace, ¿en qué me fijaría yo para saber si el chaval regatea bien, o si lo hace mal, para corregirlo? Yo me fijaría en la velocidad del balón, en la distancia que el chaval tiene que correr para volver a tocar de nuevo el balón, y continuar con la conducción. La clave está en hacer el toque más sutil posible, la dificultad es que el toque sutil es más lento, por tanto, el rival tiene más facilidad, o menos dificultad, para interceptar el balón. 

    Regatear a un defensa no es demasiado complicado: golpeas el balón con una trayectoria diagonal, con mucha fuerza, para que el balón corra más rápido, y el defensor tenga menos tiempo para interceptarlo. Muy bien, ya regateé al primer defensor con un regate largo, rápido, que el defensor no pudo interceptar. Si detrás del defensor no hay nadie, si tengo 10 metros libres para correr, no hay problema, pero si hay alguien detrás del primer defensor, a una distancia de 2 metros, seguro que me quita el balón. ¿Qué puedo hacer para regatear en espacios reducidos? Darle al balón un toque más sutil, con la sutileza necesaria para que el balón no se alargue demasiado, pero lo suficiente para que el rival no tenga tiempo de interceptarlo. He aquí la complejidad del regate. He aquí el discreto encanto del regate perfecto. 

Como digo: he analizado mucho los regates de Lio Messi, he visto repetidas veces sus mejores trucos, he tratado de adivinar cuál es la forma en que hace sus trucos (he visto repetidas varias veces algunos de sus mejores regates, como quien quiere ver lentamente las manos de un prestidigitador, porque eso es lo que tiene el argentino: la habilidad y rapidez de ejecución de un trilero para esconder la pelotita). La verdad es que algunos de los regates de Messi, después de verlos en repetidas ocasiones, no han dejado de maravillarme, no han dejado de sorprenderme. Es un mago con el balón en los pies. 

   ¿Por qué sus regates son tan buenos? Primero: porque sabe esperar el momento justo para regatear. En el regate, hay que tener una sensibilidad especial, hay que saber intuir el timing perfecto (llamo timing para no tener que decir 'intuición justa del espacio-temporal). Me llama la atención que Messi es un regateador al que una finta le basta para desequilibrar al contrario. Porque sabe hacer muy bien las fintas, con una le baste. (No es como Cristiano 'Forrest Gump' Ronaldo, que necesita hacer diez bicicletas para engañar a alguien, y no siempre lo logra.) No, en Messi todo es economía de recursos, de esfuerzos. Me deja maravillado que Messi regatea sin alardes, sin demasiadas fintas, con un toque sutil, que muchas veces esquiva la pierna de un contrario por centímetros. (Para los que jugamos a este deporte, sabemos que nada hay más difícil que un regate justo, que un regate perfecto, que ajustar mucho el golpeo del balón para esquivar por poco la pierna de rival.) Por eso Messi es muy bueno regateando en espacios reducidos: porque su regate es justo, preciso, elegante, ligero.

    En ese vídeo sobre los regates de Messi, me llaman la atención unos cuantos: el que le hace a Marcelo (minuto 0:52), con un finta, el brasileño se pasa de largo. Con una finta, nada más, sin tocar el balón. Después, regatea a Ramos con 'El Regate de Pelé'. Impresionante. También me llama la atención los regates a toda la defensa del Bilbao (minuto 7:50). Me llama la atención la velocidad y la sutileza con la que regatea a los defensas del Athletic que le tiran 'hachazos' que Messi esquiva (y luego dicen los merengones que a Messi no lo marcan con intensidad: lo que pasa es que es muy bueno para esquivar patadas). Me llama la atención que su perfil está orientado hacia la izquierda, pero sale hacia la derecha. Me llama la atención una conducción que realiza con su pierna izquierda, para esquivar a Metzelder (minuto 18:24). 

    Esas conducciones que hace Messi hacia dentro, hacia su perfil izquierdo, conduciendo el balón con la parte exterior de su pie izquierdo, son simplemente impresionantes. (Antes de ver a Maradona, pensé que era imposible hacer eso.) Son muy complicadas porque al conducir al balón girando hacia la izquierda, la inercia del balón y la fuerza centrífuga lo alejan del pie. Esas conducciones deben hacerse con el interior del pie derecho, para evitar que el balón se escabulle debido a la fuerza centrífuga. Hacerlo con el pie izquierdo dificulta demasiado el control, amén de que la pierna izquierda es la que está más cerca del rival. Es decir: debes estar muy pendiente del rival, y del control del balón. Yo pensé que era metafísicamente imposible hacer esas conducciones, hasta que le vi hacer algunas a Maradona. Y varias más a Messi. 

    De ese vídeo, también es de destacar mucho el 'caño' que le hace a Carvalho (minuto 8:41), después de girar 360 grados sobre sí mismo. Cuando Messi golpea el balón, con la parte exterior del empeine, Carvalho está de perfil, con las piernas cerradas. Al momento en que el portugués ve que Messi golpea el balón, abre una pierna porque cree que Messi se va a escapar por la línea de cal. Es justo en ese momento en el que el balón pasa por en medio de sus dos piernas. Es increíble. Es un regate que necesita de una intuición espacio-temporal portentosa. Es un regate perfecto por su sutileza, por su malicia, por su timing insuperable. Messi gusta de hacer este regate, el caño, con una sutileza que asombra. Nunca había visto a nadie regatear con tanta sencillez, con tanta facilidad. Parece que está regateando a niños... 

    Yo nunca me perdía un partido de Maradona con el Napoli, pues me asombraban mucho los regates del Pelusa. Me asombraba mucho que Maradona conducía el balón con bastante rapidez, prácticamente acariciando el balón. Como si fuera muy fácil. Me encantaba un regate de Maradona que era 'marca registrada', era un regate en estático: consistía en golpear el balón con una salida diagonal hacia la derecha (recordemos que Maradona era un zurdo hipercerrado, por lo tanto, la salida a la derecha era la menos esperada por sus rivales). El balón salía con mucha fuerza, y de repente, se frenaba en seco. Así, se frenaba en seco. (Yo lo intenté muchas veces en mi casa, pero no me salía, hasta que después de verlo a cámara lenta, entendí el truco.) Maradona golpeaba el balón con la parte interior de su pie izquierdo, lo golpeaba de arriba hacia abajo, por el costado izquierdo del balón (lo golpeaba rápido y fuerte, como quien da una cachetada). El balón salía con mucha fuerza, pero se frenaba un metro delante. ¿Cuál es la explicación científica de este truco? En uno de mis posts anteriores, di una explicación sobre la parábola que provoca el giro del balón. Pues algo similar ocurre con el balón que golpeaba Maradona: al golpearlo con el interior, de arriba hacia abajo, el balón giraba hacia arriba y hacia adelante. Esto ocasionaba dos cosas: mayor fricción con el césped. Y además, el giro del balón empuja y acelera el aire que está en frente y por debajo del balón. Esto ocasiona que la presión del aire aumente en esa zona, y detenga el balón. Ya encontré una explicación de ese truco de uno de los más grandes magos. 


Pero hablando de magos, los mejores trucos que he visto nunca se los he visto a Messi. En ocasiones, un gran regateador intenta engañar a su rival, 'dividiendo' el balón, enseñando el balón al rival para que crea que lo puede interceptar, pero en el último instante, cuando el rival, en su intento de atajar el balón, deja una salida libre, entonces el regateador toca antes el balón y se va, simplemente se va. Y esta es una de las mejores formas de regatear, pues le resta décimas de segundo al rival para reaccionar y perseguir al gambeteador. Pero lo que hizo Messi ante el portero del Porto no tiene nombre: le presentó el balón, no lo tocó sino hasta el último minuto. Amagó que iba a salir por la derecha, como se va en la imagen, y cuando el portero estaba vencido hacia su mano izquierda, salió por la derecha. Es impresionante cómo Messi esperó hasta el último instante, en la foto parece que el portero podría atrapar el balón, si estirara su brazo derecho. (El portero es el defensor más difícil de regatear.) Es un truco impresionante del mejor mago que he visto en mi vida. 

    Pero no es el mejor truco de Messi, ni mucho menos. El argentino se supera a sí mismo (aunque no creo que supere el regate imposible que he visto dos veces y que relataré a continuación). La primera vez que vi el regate imposible fue en un partido contra el Zaragoza. Fue un regate tan complicado, tan imposible (si se me permite la expresión), que al principio no lo creí. Fue el primer regate que le hace a un jugador del Zaragoza (no recuerdo su nombre), que se barre antes las narices de Messi, quien levanta el balón sutilmente, y sigue corriendo. Es un truco tan impresionante que, al parecer, nadie se ha dado cuenta cómo lo hizo. Hace poco leí en una web blaugrana (que utiliza el nombre del ejercicio de entrenamiento que creó Laureano Ruiz), que Messi hace ese regate, que levanta el balón sutilmente por encima de la pierna del defensor zaragocista, punteando el balón. Yo también lo pensé al principio, porque la imagen no es muy clara. Y porque lo que hace Messi nunca lo había visto en la vida. 

    Sí, pensé que estaba viendo mal, que la imagen no muy clara estaba alterando mi percepción de la realidad, porque lo vi que no era creíble, la verdad es que no. Sin embargo, Messi repitió ese regate imposible, ¡ante un portero! Sí, fue en el famoso partido contra el Santos de Neymar. Fue el segundo gol de Messi, que logró después de regatear al portero paulista. Regatea igual: levanta el balón hacia su perfil izquierdo para esquivar la salida del portero. Impresiona por la sutileza del regate, porque el balón se levanta muy poco del césped, lo suficiente para esquivar la pierna del portero. Si Messi hubiera realizado este regate, si hubiera levantado el balón con la puntera, con el exterior del empeine, sería un regate muy bueno, extraordinario. Pero no, Messi no levantó el balón con la puntera del pie, como creen algunos de esa web, no. El regate es mucho más complicado de lo que se ve, pero mucho, mucho, mucho. 

    La mejor toma se puede ver en la última repetición, donde se ve casi de frente el regate imposible de Messi. Bien, intentaré describir lo que he visto, espero que me crean: Messi golpea el balón sutilmente con el exterior de su pie izquierdo, casi con el canto del botín, lo golpea hacia abajo (como están leyendo), sí, golpea el balón de arriba abajo, en la parte exterior derecha del balón, según lo ve Messi. Lo golpea con mucha sutileza (como quien da un pellizco.) El balón rebota contra el césped, y se eleva prodigiosamente sobre la pierna del portero paulista. Repito: el balón va flotando sobre el césped, Messi lo golpea sutilmente con el borde de su botín izquierdo (un instante antes de pisar el césped con ese mismo pie). El balón rebota contra el césped, y se eleva. Se puede observar que el balón no lleva un giro hacia delante y hacia fuera, como hubiera ocurrido si le hubiera pegado con la puntera, o el exterior del empeine. No, el balón, después de golpear el césped  lleva un giro muy leve hacia arriba y hacia dentro. De hecho, si se fijan, el balón hace un giro hacia dentro cuando bota la primera vez, después de pasar por encima de la pierna del portero. Madre del amor hermoso. Lo creo porque lo veo. 

   Es un regate de una sutileza increíble, de una complejidad fuera de este mundo. Como digo, yo creo que nadie se ha dado cuenta de cómo ha realizado Messi este regate. (Yo no he leído nada sobre este regate imposible.) La verdad es que deja anonadado. Yo creo que ni Maradona podría hacer este truco. Ni Maradona ni nadie. Puedo afirmar con convicción que estamos viendo al mejor mago del balón, un mago que oculta sus trucos, que nadie se los pilla. Leo Messi es el mejor mago del balón que he visto en mi vida. Estaré pendiente por si acaso Messi vuelve a realizar este regate imposible, estaré atento para ver si Messi realiza un truco mejor que este. Lo dudo, pero es que Messi me sorprende a mí que soy un viejo lobo de mar... 

lunes, 10 de diciembre de 2012

EL FACTOR MESSI Y LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL GOL

Se preveía que sería un partido complicado, y las expectativas se cumplieron: el Betis es un equipo bien entrenado, completo, que tiene bastante criterio para jugar con el balón en los pies, merced a las habilidades técnicas y tácticas de sus jugadores, en especial de Beñat y de Salva Sevilla (ojo con Beñat, que es un buen mediocentro) Después de una primera parte muy buena del equipo blaugrana, no obstante, en el segundo tiempo, aupados por el gol conseguido al filo del descanso, aprovechando muchas pérdidas de balón en posiciones intermedias de Pedro, Alexis, Alba y Adriano, el Betis demostró por qué es el cuarto equipo de esta liga. Los palos y la suerte de Valdés, el gran partido de Iniesta y de Piqué evitaron un desaguisado mayor. Y Messi, claro, Messi fue el factor determinante que decantó el partido en favor de los blaugranas... Si el domingo pasado, Messi hubiera jugado con la camiseta verdiblanca, ellos hubieran ganado... Messi es un factor diferencial, qué duda cabe.

    Sin duda, Messi fue el factor diferencial que decantó el difícil partido contra el Betis. Messi ha sido el factor diferencial desde la época intermedia del guardiolismo. Esto no quiere decir que se dependa de Messi, porque el Barcelona podría jugar muy bien sin el argentino, no obstante, es un factor diferencial. Es decir, en partidos complicados, en partidos igualados, la calidad de Messi marca la diferencia a favor del equipo blaugrana. Es por su infinita capacidad goleadora, por su capacidad de desequilibrio brutal, por su talento extraordinario para generar espacios, para crear superioridades numéricas, que Messi es un factor diferencial. Lo es en el Barcelona, y lo sería en cualquier equipo del mundo. Messi le da un salto de calidad a un equipo de muchísima calidad: una pasada.

Sí, Lionel Messi ha superado a Torpedo Müller, uno de los mejores delanteros centros de la historia del balompié. Uno de los mejores que he visto para saber colocarse dentro del área (pese a su corta estatura, remataba muy bien de cabeza). Y es que precisamente, una de las virtudes del argentino es la ocupación inteligente del espacio en el área rival, a pesar de que es más un mediapunta que un delantero centro, Messi sabe ocupar el espacio del área rival tan bien como Gerd Müller, uno de los mejores delanteros centros de la historia: ahí es nada. 

     ¿Y por qué digo que Messi sabe ocupar los espacios dentro del área? Cualquier pensaría que es muy fácil, que ocupar los espacios dentro del área es muy fácil, que tienes que ir con el flujo de la jugada, y estar lo más cercano posible a ella. Pero no siempre es así: muchas veces ese 'depredadores' del área como Messi, como Müller, lo que hacen al entrar al área sin balón, es ir en contra del flujo de la jugada, es alejarse lo más posible del balón, para también, por supuesto, alejarse lo más posible de la marca de los rivales. Contra el Betis, en el segundo gol, Messi demostró su capacidad y su inteligencia para el juego sin balón dentro del área. Después de una finta hacia dentro, se quedó prácticamente parado, sabiendo que Iniesta iba a arrastrar las marcas de los béticos, y esperando el taconazo genial del 'Cisne de Fuentalbilla'. Se ve fácil, pero no lo es, quizás algunos otros delanteros hubieran corrido hacia la portería, hacia el flujo de la jugada, hacia donde iban corriendo los jugadores béticos, es decir, hacia donde no había espacios. Messi se quedó en el único lugar que le permitía marcar el gol, y lo marcó... 

    (En el derbi madrileño de la semana pasada, comenté unos cuantos errores que vi en el juego sin balón de Cristiano 'Forrest Gump' Ronaldo. En aquella ocasión, no escribí uno, para no ser demasiado denso, pero creo que es buena ocasión para traerlo a colación: en el minuto 48, Benzemá desbordaba dentro del área, por el callejón del 8, yo vi la ruptura de Cristiano que precisamente iba en el flujo de la jugada, si Cristiano se hubiera quedado parado, si no hubiera corrido, si se hubiera retrasado un poco, hubiera quedado solo en el punto del penalti, y el francés le hubiera podido mandar 'el pase de la muerte'. Luego, no es de extrañar que Messi tenga 10 goles más -contando los penaltis-, que el narciso portugués, a pesar de que ha disparado 30 remates menos. Es una cuestión de juego sin balón, de posicionamiento inteligente para rematar a portería.)

     Sí, sin duda, una de las claves para entender las cifras goleadoras tan impresionantes de Lionel Messi, consiste en estudiar su juego sin balón, su capacidad para abarcar el espacio del área rival con una naturalidad pasmosa, con una clarividencia asombrosa. Otra de las claves que aprecio en su capacidad goleadora, es la elección de la jugada, la facilidad para engatillar, la visión que tiene para colocar el disparo donde más daño hace (parece que ha jugado como portero y que entiende perfectamente cuáles son los puntos débiles del portero). Sí, sin duda, su visión, capacidad y talento para entender cómo hacer daño con sus disparos, es una de las claves de sus cifras goleadoras tan impresionantes. Ayer lo comprobé de nuevo: Adrián, el portero del Betis, es un portero alto, que va muy bien por arriba, pero por lo general, esos porteros altos no son buenos atajando balones rasos. Siendo un portero derecho, su lateralidad zurda no era la mejor. ¿Y cómo marcó Lio Messi sus dos goles? Disparando raso hacia la parte izquierda del portero. Mientras que los demás jugadores blaugranas, entre ellos, Xavi e Iniesta, intentaron marcar por lo alto (Iniesta con una buena vaselina que tal vez contra otro portero...) Luego, no es de extrañar que Messi remate cuatro veces a portería y marque dos goles... 


    Uno de los goles que más me impresionó de Maradona fue el que marcó contra Bélgica, en ese gol portentoso, El Pelusa realizó una diagonal vertiginosa conduciendo el balón por la central del área hacia su lado natural, para marcarle un golazo a Pfaff con un disparo fuerte hacia el segundo palo. Es prácticamente imposible de atajar ese disparo, porque el portero, desde luego, va haciendo su movimiento hacia su lado derecho, y el disparo lo pilla a contrapié. Es un gol que parece muy fácil, que Maradona lo hizo ver fácil, pero que es muy difícil, imposible para cualquier terrestre. (Siempre he dicho que la grandeza balompédica consiste en hacer fácil lo que para los demás es imposible). Pues bien, contra el Betis, La Pulga Atómica ha marcado su enésimo gol de esta forma tan espectacular. Conduciendo hacia la izquierda para disparar hacia la derecha. Como digo, se ve fácil, pero es realmente complicado, muy complicado, no obstante, Messi ha marcado más de treinta goles de esta forma. Messi hace goles maradonianos como quien hace churros. Impresionante. 

   (En ese gol, también hay que destacar el buen movimiento de distracción de Alexis, que arrastró la marca del lateral derecho bético, Chica, para permitir el espacio de Messi, como se puede ver en las dos fotografías. También de destacar que Messi, como se ve en la primera foto, recibió el balón de espaldas, flotando entre líneas -no me cansaré de repetir que Messi es uno de los mejores, o el mejor, en jugar entrelíneas-. En esa foto de la izquierda, también se observa que el central zurdo bético, Chechu Dorado, intenta detener a Messi dando unos pases hacia el frente, pero después prefiere flotar sobre el argentino, para no regalarle el espacio por dentro. Hizo bien Dorado, no es Pepe ni Ramos, y con tanto espacio de por medio, el argentino se lo hubiera comido con patatas.)

    Messi es un goleador portentoso por varias razones: por su inteligencia para jugar sin balón, para ocupar los mejores espacios que debe ocupar dentro del área, por su técnica depurada (ha mejorado mucho, pero mucho, su disparo con la pierna derecha, para sorprender al rival, que espera el disparo con la pierna izquierda, como ocurrió contra el Bilbao); por su talento y velocidad de ejecución para escoger siempre el mejor sitio para disparar. Por muchas otras razones, pero sobre todo, por su naturalidad para marcar. Parece que está dando pases en mediocampo. No se inquieta, no se acelera. Tiene esa tranquilidad pasmosa de un goleador de raza. De un goleador de toda la vida, de un goleador que marca cifras impresionantes precisamente porque parece no darle mucha importancia, parece que es una jugada más, un pase más. Ahí radica el éxito de un goleador. 

    El gol es la jugada más importante del balompié, chutar a portería implica una gran responsabilidad. Una gran responsabilidad ante el público, ante el entrenador, ante los demás compañeros, que muchas veces reclaman al goleador que no les haya pasado el balón. Sólo los goleadores de raza no se ponen nerviosos ante la portería, y eligen la mejor opción, tienen la cabeza fría para tomar la mejor decisión de disparar al marco. Un buen disparo no depende solamente de cómo se golpea el balón, con qué parte del pie, con qué velocidad. También es muy importante, la posición de los hombros, de la cadera, el pie de apoyo, que es fundamental. Muchas veces los remates salen fuera porque el pie de apoyo está mal colocado. El disparo a puerta es distinto que un pase, que un control, el goleador tiene que elegir cómo va a disparar, cómo se va a parar, dónde va a colocar su pie de apoyo, unas décimas de segundo antes de disparar. Cuando un goleador ve un centro raso que va dirigido hacia él, digamos, unos metros antes de encontrar el balón, el goleador tiene que decidir el remate, cómo va a colocar su pie de apoyo, su cadera (la dirección de la cadera, y la altura, que es muy importante), todo esto para que el balón viaje en una dirección determinada con una velocidad determinada.

     El problema es que no hay punto de retorno, en el momento en que decido cómo hacer el disparo, todo el cuerpo se mueve de una determinada forma, para que el pie impacte el balón en un determinado sitio (que el goleador ya se ha imaginado en su mente). Si el balón cambia ligeramente su trayectoria, cuando el goleador ya he decidido dónde golpearlo, el balón se irá fuera. Seguro. De aquí la importancia de tener la cabeza fría para elegir el timing adecuado para golpear el balón, tener la cabeza fría y la capacidad para imaginarse cómo se debe rematar un disparo. Sobra decir que esa capacidad goleadora se entrena muchas veces, que la capacidad goleadora que tienen los grandes goleadores se entrena hasta la saciedad. No obstante, nunca hay un centro igual que otro, nunca hay un pase idéntico a otro. El goleador se hace, desde luego, pero también debe tener esa capacidad innata para intuir el espacio y el tiempo adecuados para rematar a portería. 

     Esta es una de las claves de las cifras goleadoras tan impresionantes de Messi: su tranquilidad para marcar goles. Como digo, parece que está dando un pase en mediocampo, y no chutando a portería para marcar un gol que puede decidir un campeonato. De todos los 86 goles que ha marcado en este año natural, podemos observar un amplio abanico de goles, de formas de anotar. El cuerpo siempre bien colocado, a pesar de que marca goles desde todos los ángulos posibles (el gol de tiro libre contra el Aleti es una pasada), marca en todos los rincones posibles de la portería. Pero yo quiero destacar algunos de esos goles: por ejemplo, el número 10, que marcó contra el Valencia, y el número 64. En ambos goles, Messi tiene una tranquilidad asombrosa para esperar hasta el último instante, esperar a que el portero se decida por una opción, y disparar hacia un sitio al que el portero vencido ya no puede llegar. 

También es muy  impresionante el gol número 7, contra el Málaga. Marca un gol que parece sencillo, que parece muy sencillo: después de conducir el balón a toda velocidad durante más de 40 metros (desde el medio campo, hasta el área chica malacitana; a veces tengo la impresión de que Messi corre más rápido con el balón en los pies, que cuando no lo conduce), como digo, después de una conducción vertiginosa, marca un gol pegándole al balón con el interior del pie, casi con el tacón, con un golpe sutil hacia el segundo palo, al que Caballero no puede atajar porque Messi remata a dos metros del portero del Málaga. Es realmente asombroso que un jugador que ha corrido durante cuarenta metros con el balón en los pies, llegue ante el portero rival, y dispare a portería como quien da un pase corto en el medio campo. Es realmente extraordinario. De otro mundo. Después de correr tan rápido para eliminar adversarios, después de una conducción tan larga a toda velocidad, cualquier otro jugador (incluso grandísimos goleadores, como Ronaldo el Fenómeno), hubiera fallado el disparo por dos motivos: por precipitación, o por falta de resistencia anaeróbica. Pero Messi no, Messi ni se precipita ni se aloca, ni llega muy extenuado como para disparar un remate 'chorreado', ni trata de fusilar al portero lo que ocasiona que muchas veces mandes el balón al segundo anfiteatro. No, Messi mete un gol con una sencillez que asusta. 

    Otra cuestión que me llama mucho la atención es la cantidad de goles que Messi marca en medio de cuatro o cinco rivales. Parece que Messi puede meter un disparo por el hueco de un muro, por el ojo de una aguja. Un gol como esos podría parece buena suerte, pero cuando metes tantos goles en situaciones tan complicadas, con balones que se escabullen entre las piernas de varios rivales, y el portero, esto significa que Messi no dispara sino misiles inteligentes, balones que parecen llevar un sensor para evitar el cruce de alguna pierna, o las manos de un portero. Desde luego que es broma, pero sí llama mucho la atención la 'puntería' que tiene Messi para marcar esos goles tan complicados. No es suerte, desde luego. Es saber elegir un pequeño espacio, saber elegir el momento para aprovechar los pequeños espacios que se abren en medio de un 'bosque de piernas', es una excelsitud en el gesto técnico para ejecutar perfectamente lo que la mente se ha imaginado. Es tranquilidad y serenidad para no inmutarse ante la marca de tres o cuatro rivales. Es una facilidad goleadora de otro tiempo, de otro mundo. 

Todos nos preocupamos cuando vimos estas imágenes. Por suerte, fue sólo un susto, pero que nos tiene que hacer pensar en que debemos tener una mejor delantera que acompañe a Messi. Para mí, el argentino es uno de los mejores goleadores que he visto en mi vida, está en el top3 histórico de los mejores goleadores. Ahí es nada. Por su calidad excelsa en los gestos técnicos, por su anticipación y su capacidad para abarcar espacios en el área rival, por su intuición del tiempo y del espacio, por su inteligencia y talento para elegir la mejor opción y ejecutarla perfectamente, Messi es uno de los más grandes goleadores de toda la historia. Estemos atentos a la evolución goleadora de La Pulga Atómica, lo que ha logrado a los 25 años es realmente insuperable. Pero tal vez para Messi no, tal vez Messi consiga superar al goleador más difícil de superar: él mismo. 

    Este es el factor Messi: su habilidad goleador fuera de lo común, fuera de lo ordinario. En mis próximos posts hablaré más sobre Messi, sobre otra de sus facetas más destacadas que lo convierten en un factor desequilibrante: su capacidad para crear superioridades numéricas. Aquí es top1 histórico. Nunca he visto a un jugador crear superioridades numéricas como Lio Messi. Dependemos demasiado de Messi, dicen los merengones, para ocultar su envidia absoluta. Nosotros debemos disfrutar a Messi: es un jugador irrepetible. 

lunes, 3 de diciembre de 2012

LA COREOGRAFÍA BLAUGRANA Y EL ATASCO MONUMENTAL DE LOS MERENGUES

Antes de comenzar a tratar el tema que quiero tratar ahora (el juego sin balón), quisiera comentar algunas cosas sobre un artículo de una charla entre un filósofo y Martí Perarnau (por cierto, alguien me preguntó si el filósofo era yo, desde luego que no). Ese filósofo le preguntó a Martí si la transición defensiva tan frágil del equipo blaugrana era premeditada. Perarnau contestó que probablemente sí, que tal vez el Barcelona está permitiendo que los rivales le ataquen, que están separando líneas para permitir que esos rivales salgan de la cueva y aprovechen la frágil transición defensiva de nuestro equipo.  Yo no estoy de acuerdo, y menos estoy de acuerdo con los comentarios de algunos de que no nos debe importar que nos anoten un gol, si nosotros podemos anotar dos. No estoy de acuerdo. 

    En primera, hay que decir que sería una necedad fomentar la fragilidad en la transición defensiva, porque ya hemos visto lo que nos ha pasado con el Chelsea, y puede ocurrir alguna otra vez que el equipo rival te remate 3 veces a portería y consiga tres goles, debido a tu fragilidad en la transición defensiva. Puede ocurrir que en un partido no metas un gol a pesar de rematar 30 veces a portería (y precisamente ocurrió la temporada pasada en Stamford Bridge). No creo que tener una excesiva fragilidad en la transición defensiva sea un buen negocio para sacar a los rivales de la 'cueva', no lo creo. Y estoy seguro de que los tiros no van por ahí, estoy seguro de que Tito no quiere ni pretende fomentar la debilidad en la transición defensiva para 'invitar' a los rivales a que no realicen un despliegue muy bajo. Entre otras cosas, porque si tienes una transición defensiva muy frágil, el rival te puede hacer daño con dos o tres jugadores, como hizo el Chelsea: Terry lanzó, Ramires corrió por todo el costado derecho de su ataque que parecía la Avinguda Diagonal, y Drogba machacó. Y atrás se quedaron 7 bleus para defender una posible transición ofensiva del Barcelona... 

    No, yo considero que Tito está trabajando en la transición defensiva (habría que estar en los entrenamientos para saberlo a ciencia cierta), pero se puede conjeturar por lo visto en campo. Por ejemplo, la utilización de un doble pivote defensivo, además de que te da mayor seguridad en la posesión del balón (porque tienes una línea de pase horizontal que es más segura), permite desde luego tener una mejor transición defensiva. (En los últimos partidos, he visto que el que se coloca como segundo pivote es Jordi Alba, que gracias a su velocidad física puede corregir bastante bien.) Una cosa es invitar al rival a salir de la cueva, no presionando tanto, no colocando el 'campamento base' en el balcón del área, es decir, alargando más el equipo, para permitir que el rival salga un poco de la cueva, pero otra cosa es regalar goles (que a mí nunca me ha gustado). Se debe mejorar mucho en la transición defensiva, mucho. Precisamente para abrir los espacios, para alargar el equipo (como hace el Madrid), pero insisto en que se debe hacer mejorando esa transición defensiva. Regalar goles creyendo que puedes anotar más, me parece una soberana tontería. Lo digo sin acritud, pero lo digo. 

    Bien, ahora pasemos al tema de este post: el juego sin balón. Es muy importante saber jugar sin balón, saber moverse dentro del campo, el juego sin balón es tan importante como el juego con balón. En el fútbol moderno hay tanto vértigo, que no muchos saben ocupar el espacio racionalmente. Cuando hablé sobre Fábregas, ya comenté algo sobre el juego sin balón, pero quisiera profundizar. ¿Qué es jugar sin balón? Alguien podría decir que es buscar los espacios, vale, pero no sólo eso. En principio hay que saber ocupar los espacios vacíos, pero no sólo esto, hay que saber qué espacios vacíos debemos ocupar y cuándo debemos ocupar esos espacios. Saber jugar sin balón consiste precisamente en saber ocupar los espacios vacíos, saber qué espacios vacíos debemos ocupar bien para hacer daño a nuestro rival, y también para apoyar a nuestros compañeros. Hay pues que elegir el espacio y el momento idóneo para ocupar un espacio. Jugar bien al balón consiste en estar bien posicionado siempre, tanto ofensiva como defensivamente. Muchos jugadores llegan tarde siempre a todos los balones,  llegan tarde y mal a los cruces, y hacen faltas, porque no saben jugar sin balón. Muchos jugadores llegan al sitio adecuado en el momento adecuado porque saben jugar sin balón. 

Jugar bien sin balón no consiste en correr mucho, sino en saber correr. Desde luego que hay que ser muy dinámico, pero sobre todo, insisto en el aspecto mental. Yo siempre confié en que Cesc Fábregas terminaría acoplándose bien al Fútbol Club Barcelona, precisamente porque es uno de los centrocampistas que mejor juegan sin balón (incluso, podríamos decir que fuera del equipo blaugrana, es el jugador que mejor sabe jugar sin balón). Como he dicho, no sólo consiste en aprovechar los espacios vacíos, sino en facilitar el juego con balón. Si sabes jugar bien sin balón, siempre (o casi siempre, el rival también juega), recibes el balón con ventaja sobre tu adversario. Fábregas juegan muy sin balón, no sólo porque ocupa bien los espacios en el momento adecuado, sino porque sabe cómo 'machacar' las espaldas de sus rivales, porque sabe hacer una ruptura diagonal larga o corta cuando es necesario (recordemos que estuvo a punto de marcar un golazo contra el Valencia, la campaña pasada, porque hizo una ruptura de 70 metros), sabe realizar los apoyos, sabe desdoblar a un compañero (he visto muchas veces que cuando Xavi sube, Cesc baja), porque sabe espiar los pasillos interiores que se abren y se cierran rápidamente, porque sabe arrastrar las marcas de sus rivales para otorgar ventajas a sus compañeros. Reitero, Cesc es uno de los mejores jugadores sin balón, por lo tanto, era cuestión de tiempo que encajara en el Fútbol Club Barcelona. 

     Mucho se ha hablado y escrito sobre Messi, sobre el juego CON balón de Messi, pero yo creo que poco se ha hablado sobre el juego sin balón del argentino. Y es realmente portentoso, es una de las claves de que funcione también su juego con balón. Messi sería menos Messi (si se me permite la expresión), si no jugara tan bien sin el balón. Sobre todo, hay que destacar su juego entre líneas que es veneno puro, que es un constante incordio tanto para los defensores centrales como para el mediocentro. Vamos, es que los rivales han ideado mil sistemas defensivos para detener al argentino, y ninguno de ellos ha resultado demasiado efectivo. Porque el argentino sabe moverse por el campo. Porque sabe hacer rupturas de cuarenta metros a la velocidad justa y en el momento perfecto (así ha marcado muchos goles, recuerdo uno contra el Spartak, otro contra el Leverkusen). Porque sabe arrastrar marcas para otorgar ventajas a sus compañeros: en el gol de Pedro contra el Madrid, en el Camp Nou, en las semifinales de la Champions (mucho se habló de los golazos de Messi en el Bernabéu, pero repito que poco se habla de su juego sin balón), en dicho gol, Messi arrastra las marca de los dos centrales madridistas, hacia el centro, realizando un desmarque de distracción, que le abrió un pasillo a Pedro para enfrentar solo a Casillas... ¿A cualquier delantero le gustaría jugar al lado de un falso nueve que distrae a los dos centrales, verdad?

Al principio de esta temporada, cuando había dudas sobre la capacidad de Tito para dirigir el equipo, dudas motivadas porque el equipo, más allá de los resultados, no jugaban muy bien, yo argumentaba que el Barcelona estaba jugando con una nueva coreografía, que estábamos asistiendo a los ensayos de la nueva coreografía, y que debíamos esperar unos cuantos meses (yo mencioné que por lo menos tres), para ver los resultados de la nueva coreografía, para saber si la nueva coreografía y el director funcionaban. Pues bien, ya pasaron esos tres meses, y hemos visto que la nueva coreografía funciona, y de qué manera. El partido contra el Atlhetic no fue un partido de fútbol, sino un baile de salón del clasicismo vienés (como en la primera escena de la película Amadeus, cuando llevan a Salieri a la institución psiquátrica, mientras en un salón unos jóvenes bailan al compás de la sinfonía número 25 del genio salzburgués). Pues algo similar se observó en el Camp Nou. Para ese baile contribuyó Bielsa, que ordenó un marcaje personal a casi todos los jugadores blaugranas (a los dos centrales, no, pero a Busquets sí, Ander Herrera, como se puede ver en la imagen). 

    Y gracias a ello, gracias al juego sin balón tan portentoso del equipo blaugrana, se pudo ver uno de los mejores partidos de los últimos años. Un partido de fútbol que, observando sólo el juego sin balón, fue una delicia, fue un placer estético sin parangón. Fue un baile de salón primoroso, con una coreografía sofisticada, compleja, de apoyos y de movimientos perpetrados con una coordinación que rozó la perfección absoluta. Creo que no se puede jugar mejor sin balón en el mundo, porque esta coreografía tan bella estéticamente, también fue sumamente efectiva: se ocupó todo el campo racionalmente. (Al día siguiente, pude observar un Heat-Map de todos los jugadores blaugranas, y del equipo en total, y me quedé maravillado: la zona de calor del equipo blaugrana ocupó casi toda la cancha, casi los 7.000 metros cuadrados, salvo la pequeña parcela que está en el banda derecha, cerca del banderín de córner... Era alucinante, observaba yo el 'mapa de calor' de cada jugador blaugrana y era como la pieza de un puzzle, una pieza que encajaba perfectamente en un puzzle maravilloso. Lamento no poder pegar aquí esos mapas de calor, por una cuestión de copyright.)

     Mucha gente no está consciente de lo que vimos ese día, mucha gente, por los comentarios que leí, no se enteró de la gran coreografía que se desplegó en el juego sin balón el pasado sábado. Para mí, fue alucinante ver esas parejas de baile danzando sobre el césped del Camp Nou, unas parejas que estaban coordinadas perfectamente, que no se estorbaban, al contrario, que ocupaban el espacio racionalmente (como pude apreciar en el Heat-Map). Parecía que estos dos equipos habían ensayado esta coreografía durante mucho tiempo, parecía que los dos equipos, el blaugrana y el rojiblanco, habían entrenado este partido muchas veces (desde luego que no), tal era la coordinación entre ambos. Fue un baile de salón que por momentos parecía irreal, parecía que la realidad era ilusoria. Tantos movimientos tan rápidos, tan precisos, tan bien coordinados, tan inteligentemente bien ejecutados, parecían irreales, sí. La armonía y la belleza se utilizaban para desarbolar al contrario, para desconcertarlo. Fue sublime observar esta coreografía de extrema dificultad. 

Y claro, como no podía ocurrir de otra forma, en un salón de baile el mejor bailarín es el que destaca más. Se ha comparado a Iniesta con un bailarín de tango, y la  metáfora es dichosa. Sin duda, Iniesta parece que se desliza sobre el césped como un bailarín de tango. Jugó nuevamente de extremo, de falso extremo (nunca se ha visto un falso extremo tan falso), y también como interior, intercambiando posiciones con Fábregas. Yo he dicho que no me gusta el Iniesta como extremo, y cualquier podría decir que los dos últimos partidos de Iniesta refutan mis argumentos. No quiero decir que Iniesta sea malo como extremo (jamás diré eso, porque Iniesta juega bien donde lo pongan, es todo un equipo en un sólo jugador, como dice Lillo), lo que pasa es que no me gusta que tenga que realizar diagonales muy pronunciadas, muy rápidas, porque machacan mucho el biceps femoral. Ahora bien, jugando con Jordi Alba, con los desdobles profundos de Jordi, la cosa cambia. Ahí Iniesta es de los mejores del mundo, para recibir en el pico de área, aguantar el balón para atraer las marcas, y soltar el balón en el momento justo para permitir las incursiones incisivas y profundas de Jordi. Ningún extremo maneja los tiempos tan bien como Iniesta, ningún extremo es tan bueno para aguantar y dividir. Ninguno, actualmente, para hacer rupturas hacia dentro, y para 'acuchillar' el callejón del diez. 

   Ayer leí en el blog de Marti Perarnau, que muchos han comparado a Iniesta con Laudrup y con Zidane, pero que para él, para Martí, Iniesta se parecía más a Bochini, al gran Bocha, el jugador de Independiente de Avellaneda por allá de los años 70 y 80. Yo no estoy de acuerdo, para mí Iniesta se parece mucho, es clavado a otro interior izquierdo que también era espectacular por su forma de jugar: Luis Suárez Miramontes. (En el minuto 0:45 de este vídeo se puede ver un desborde de Suárez: la forma de encarar de perfil al rival es calcada a la de Iniesta.) Don Alfedo Di Stéfano llamaba 'El Arquitecto' a Luis Suárez, decía que era un jugador que se anticipaba a la jugada, que ya sabía qué iba a hacer con el balón antes de recibirlo, que siempre estaba bien posicionado, tanto ofensiva como defensivamente... ¿Verdad que parece que don Alfredo está describiendo a Iniesta?

(El vídeo que he enlazado es la famosa 'Final de los Palos', entre el Barcelona y el Benfica, que ganaron las águilas. En ese Barcelona, además de Luis Suárez, único español en ganar un Balón Áureo, jugaban los húngaros Kubala, Kocsis, Czibor; jugaba Evaristo, Ramallets, etcétera. Vale la pena ver todo el vídeo, no es muy largo, es la primera final de la antigua Copa de Europa que disputó el conjunto blaugrana, es parte de nuestra historia.)

    Y después de ver esas coreografía magnífica, en el que el balón circuló a una velocidad muy alta (sin menoscabo de la precisión: cerca del 90% de acierto en los pases, una pasada), después de ver un baile de salón, me tocó un atasco monumental: el derbi madrileño. ¡Qué feo partido, por dios! Y justo después de ver un magnífico partido, tuvo que ver un partido en el que sólo había riñas callejeras, patadones de aquí para allá, gente corriendo no para desmarcarse, sino para chocar. Sentí que después de ver un baile de salón excelso, me tocó el atasco monumental para ir a casa. (El Bernabéu parecía este lugar.) En ese vídeo se puede ver algo parecido a lo que se vio el sábado en el derbi madrileño: confusión, caos, gente corriendo sin sentido, bocinazos e insultos por doquier. ¿Eso es fútbol? Dicen que las comparaciones son odiosas, pero la verdad es que sirven de referencia, sirven para poner en relieve las diferencias, para resaltar el mérito de algo o de alguien. Traigo a colación el atasco monumental que se produjo en el derbi madrileño, para que se aprecie en todo su valor el juego sin balón que vimos en el Camp Nou. El Madrid es el segundo mejor equipo del mundo, pero el sábado se vio que las distancias entre los madridistas y los blaugranas son abismales. 

    Antes del partido, del derbi madrileño, leí en un blog donde me dijeron que se realiza un análisis táctico inteligente, que el juego sin balón de Cristiano es portentoso, que es mejor que el de los grandes: Di Stéfano, Cruijff, Pelé, Maradona... (Madre mía, los disparates supinos que hay que leer.) Pues bien, ya que el derbi fue un tostón, me dediqué a observar los movimientos sin balón de Cristiano Ronaldo. Ya he dicho muchas veces que a Cristiano no hay que compararlo con Messi, que Cristiano se parece mucho más a este personaje. Se destacó de Cristiano que realizó una apertura vertiginosa de más de 90 metros en menos de 10 segundos. Vale, ya sabemos que Cristiano es rápido, pero también es muy rápido el personaje del vídeo. ¿Pero se mueve con inteligencia Cristiano? La verdad es que no. En primer lugar, hay que decir que Cristiano no ha evolucionado para jugar bien con balón en otros sitios, digamos de mediapunta, precisamente porque no sabe jugar sin balón. Jugar pegado a la cal es mucho más fácil, pues siempre tienes a la línea como referencia. 

     Pues bien, en el derbi madrileño me fijé en los movimientos sin balón de Cristiano y la verdad es que Cristiano realizó muchos movimientos equivocados: en una ocasión (minuto 9), en un balón dividido, vi que Cristiano realizó una apertura, en vez de un apoyo, Alonso ganó por alto el balón, pero no claramente, y el balón quedó en el espacio que debió ocupar Cristiano si hubiera realizado el movimiento correcto. En otra ocasión (minuto 11), vi a Khedira conduciendo el balón y abriendo hacia la banda derecha, Cristiano se equivocó, en vez de flotar entrelíneas, realizó un apoyo que estuvo a punto de estorbar al turco-alemán. (Al flotar entre líneas puedes batir una línea con pase más conducción, o con una pared.) Vi a Coentrao ahogado en la banda (minuto 29), pero Ronaldo no realizó un apoyo (en el minuto 63 los dos se estorbaron corriendo por la banda izquierda). En el minuto 57 del derbi madrileño vi a  Cristiano Ronaldo realizar una apertura vertiginosa... para estorbar a Özil. 

    En fin, vi varios errores graves de Cristiano en sus movimientos sin balón, la verdad es que se entiende que no funcione como mediapunta cuando su equipo lo requiere (en el derbi, casi todo el partido, Özil estuvo desaparecido). Cristiano tendría que ver vídeos de Messi para que aprenda a jugar como mediapunta, para que aprenda a jugar sin balón, porque la verdad es que el portugués corre y corre sin mucha inteligencia, como el personaje del último vídeo. 

     En fin, creo que ya hemos visto que la coreografía blaugrana está funcionando, gracias al portentoso juego sin balón de Messi, Iniesta, Xavi, Fábregas, Busquets. Los partidos del sábado son de los me motivaron a escribir este blog, confío en que se repetirán, confío en que veamos muchos partidos como el del sábado, partidos como esos son los que me inspiraron el título de este blog: soy blaugrana, luego existo.